Frente a los indicios epidemiológicos de un aumento en la incidencia de los trastornos del espectro autista (TEA) y la escasa tradición de coordinación entre el sistema educativo, de atención a la dependencia y el sistema sanitario en personas adolescentes y adultas, se propone como alternativa asistencial la atención en la red general de salud mental complementada con tratamiento asertivo comunitario.