Ateneo (Jun 2019)
LA REHUMANIZACIÓN DE TODA VIDA HUMANA DESDE SU CONCEPCIÓN HASTA MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Abstract
El concepto de “dignidad humana” ha ido evolucionando en la historia de la cultura occidental hasta verla como algo intrínseco a la persona humana y no vinculado a una o más de las cualidades del ser humano con más o menos gradación; “todas las cosas tienen precio; pero el hombre tiene dignidad”. Más bien, es propio cuando el hombre pierde sus cualidades físicas, intelectuales, morales que resplandece más su pura dignidad. Por tanto, si el embrión es un ser humano (porque ha empezado un desarrollo específicamente humano), se le debe el mismo respeto que se le debe a un adulto. Negarle este respeto, como ocurre con frecuencia, significa haber elegido una ética racionalista, utilitarista, de búsqueda de consensos sociales, una ética que ha reducido el ser humano a objeto. Solo una concepción del ser humano como ser abierto al Absoluto, un “yo inhabitado por Dios” (F. Rielo) tendrá la garantía de ser respetado en su dignidad, siempre y por todos.