Revista Cubana de Medicina (Apr 1997)
Efectos del alcohol sobre las lipoproteínas
Abstract
La ingestión de bebidas alcohólicas es un hábito tóxico. Múltiples investigaciones han puesto en evidencia una relación entre el alcohol y las lipoproteínas séricas. En esta revisión se exponen los conocimientos actuales sobre el tema, se hacen reflexiones, considerando que todo lo relacionado con el metabolismo de las lipoproteínas tiene gran importancia por el estrecho vínculo que éstas guardan con el desarrollo de la aterosclerosis y de sus diferentes expresiones clínicas. Las HDL aumentan con la ingestión moderada de alcohol a expensas de sus 2 fracciones, consideradas ambas en relación inversa con el padecimiento de cardiopatía isquémica; los 2 mecanismos que se aceptan para explicar este comportamiento son 1. aumento de la síntesis y de la secreción de las apoproteínas y 2. disminución de la actividad de la proteína transportadora de los ésteres del alcohol. Las LDL están disminuidas tanto en alcohólicos crónicos como en quienes hacen uso moderado del alcohol, ello sugiere que esto se debe a un incremento de los receptores hepáticos para LDL y a un aclaramiento aumentado de la misma; en relación con esta lipoproteína, se destaca el efecto antioxidante beneficioso que se le atribuye a los vinos, en particular al tinto. Las VLDL sufren modificaciones cualitativas, pues en ellas se ha encontrado disminución del contenido de colesterol de la lipopartícula sin modificación del contenido de triglicéridos ni de apoproteínas en alcohólicos crónicos, el mecanismo de este efecto no se conoce actualmente. Las IDL, como partículas intermedias se modifican de forma similar a como lo hacen las VLDL. El alcohol puede reducir los niveles de Lp(a) in vivo disminuyendo su síntesis hepática a través de la ruptura de los puentes disulfuro. Se señala que las enfermedades hepáticas, frecuentemente asociadas al alcoholismo, modifican el comportamiento del metabolismo de las lipoproteínas expresado aquí. Finalmente se destaca que la frecuencia del consumo de bebidas alcohólicas desempeña un papel importante en el efecto final sobre las lipoproteínas y que el consumo moderado (25-30 g diarios) es el recomendado, asimismo, que el contenido en fitoesteroles de la cerveza y el whisky, así como las sustancias fenólicas del vino constituyen productos cardioprotectores. Se concluye que el alcohol puede mejorar el perfil lipídico, lo que podría reducir la mortalidad cardiovascular.Alcohol consumption is a toxic habit. A greal deal of investigations have evidenced a relationship between alcohol consumption and serum lipoproteins. In its review, the current concepts about this matter are reported, and certain reflections are made taking into account that everything related to the metabolism of lipoproteins is of great significance due to the close relationship between lipoproteins and the development of the atherosclerosis and its different clinical manifestations. High density lipoprotein increased with a moderate alcohol intake at the expense of its two fractions, both being considerated inversely related to ischemic heart disease. The two mechanisms which have been accepted to explain this behaviuor are: 1) increased synthesis and secretion of apoproteins and 2) decreased activity of alcohol ester transporting protein. Low density lipoprotein are decreased in both chronic alcohol drinkers and in moderate alcohol drinkers due to an increase of hepatic receptors for LDL and to an increased clearance of it. Regarding this lipoprotein, the antioxidative beneficial effect attributable to wines, mainly the red wine, is pointed out. Very low density lipoproteins undergo qualitative modifications since a decrease of the cholesterol content of the lipoparticle has been found with no modification of the triglyceride or apoprotein content in chronic alcohol drinkers. The mechanism of this effect is not known at present. Intermediate density lipoprotein are modified like VLDL decreasing its hepatic synthesis through the rupture of disulfur bridges. It is pointed out that liver diseases frequently associated with alcohol abuse modify the behaviour of lipoprotein metabolism. Finally, emphasis is made on the fact that the frequency of alcohol consumption plays a very important role on the final effect over lipoprotein and that a moderate alcohol intake (25-30 g/day) is the amouth recomended, besides that the content of fitoesterols in beer and whisky, as well as the phenolic substances of wine are products which protect the cardiovascular system. It is concluded that alcohol may improve the lipidic profile reducing cardiovascular mortality rates.