Revista de Gastroenterología de México (Jan 2024)

Enterocolitis y otras manifestaciones de toxicidad gastrointestinal asociada a inmunoterapia y terapia blanco: una revisión para el gastroenterólogo

  • O. Gómez-Escudero

Journal volume & issue
Vol. 89, no. 1
pp. 89 – 105

Abstract

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Resumen: Los nuevos tratamientos oncológicos, particularmente la inmunoterapia (IT) han venido a revolucionar el tratamiento de neoplasias malignas en estadios avanzados. Los inhibidores de los puntos de control son la principal forma de IT y actúan aumentando la actividad de las células T y la respuesta inmunitaria del organismo contra las células neoplásicas. La terapia blanco es otra forma de IT que actúa mediante inhibición de oncogenes o vías de inflamación y angiogénesis tumoral. Sin embargo, estos mecanismos de destrucción tumoral pueden interferir con la tolerancia inmunitaria del huésped o con los mecanismos de reparación tisular epitelial y predisponer a efectos secundarios inmunomediados que pueden afectar múltiples órganos, incluyendo el tracto digestivo. Las manifestaciones gastrointestinales de daño por IT pueden ir desde mucositis de bajo grado hasta ulceración y en algunos casos necrosis y perforación, y pueden afectar cualquier parte del tubo digestivo, con mayor afección del intestino delgado y colon, con un patrón similar al observado en enfermedad inflamatoria intestinal. La manifestación clínica más común es diarrea crónica. El diagnóstico diferencial incluye infecciones enteropatógenas, particularmente por gérmenes oportunistas, efecto secundario de medicamentos, y otros trastornos inflamatorios y malabsortivos. El tratamiento depende de la severidad del daño y puede incluir desde antidiarreicos y rehidratación en forma externa en casos leves, hospitalización, esteroides sistémicos y suspensión temporal de la IT en casos moderados, e inmunosupresores o agentes biológicos, y suspensión definitiva de la IT en casos severos. Abstract: Newer oncologic therapies, particularly immunotherapy (IT), have been a game-changer for the treatment of advanced cancer. The so-called checkpoint inhibitors act by increasing T cell activity and individual immune response against neoplastic cells. Targeted therapy is another form of IT that acts by inhibiting oncogenes or tumor-related inflammatory and angiogenesis pathways. However, these tumor-destruction mechanisms may interfere with host self-tolerance or with normal tissue repair mechanisms and increase the risk of immune-related adverse events that may affect multiple organs, including the digestive system. Gastrointestinal toxicity ranges from mild forms of mucositis, ulcerations, and in severe cases, to necrosis and perforation, and may affect any part of the GI tract, with a predominance of enterocolonic damage, similar to that seen in inflammatory bowel disease. The most common clinical manifestation is chronic diarrhea. Differential diagnosis includes opportunistic enteropathogen-associated diarrhea, particularly opportunistic agents, drug adverse effects, and other inflammatory and malabsorptive entities. Treatment varies according to the grade of toxicity and may include antidiarrheal medication and outpatient rehydration in mild cases, systemic steroids, and temporary withdrawal of IT in moderate forms, and immunosuppressant or biologic agents, as well as definitive withdrawal of IT, in severe cases.

Keywords