Historia contemporánea (Feb 2012)

Inmovilismo político y cambio social en los años sesenta

  • Glicerio Sánchez Recio

DOI
https://doi.org/10.1387/hc.5431
Journal volume & issue
no. 26

Abstract

Read online

El inmovilismo político se sustenta en la voluntad del dictador y del grupo que detenta el poder político para continuar ejerciéndolo de manera exclusiva, al margen de la voluntad de los ciudadanos sobre los que se ha impuesto, entendiendo en todo caso que cualquier concesión que se otorgue es una merma de su propio poder oligárquico. Idea a la que se ajustaba perfectamente el régimen franquista. Existe, además, una indudable incapacidad histórica e institucional para que un régimen de dictadura derive naturalmente hacia un régimen democrático. La sociedad española, en cambio, mantuvo una estructura y una dinámica afines a las de los países europeos de su entorno y su alejamiento respecto a éstos se debió sólo al inferior nivel económico y cultural alcanzado; por lo que el régimen franquista impulsó el crecimiento y la modernización económica. Pero el franquismo no logró convertir la modernización económica y social en un apoyo consistente, o extender el consenso a todos los sectores de la sociedad, sino que, más bien, sucedió lo contrario, y la modernización social dejó al descubierto las limitaciones inherentes del régimen franquista y la ilegitimidad de su origen. La sociedad española, en definitiva, homologada con la de Europa occidental, a principios de los años setenta, sólo pretendía un régimen democrático, homologado asimismo con los de los países europeos de su entorno.