Uni-pluriversidad (Sep 2018)
Educar para sentir. Sentir para educar
Abstract
Este interesante texto es una propuesta fresca y renovada acerca de lo que debería de ser el proceso educativo. La autora comienza su libro discutiendo el término “habilidades blandas”, con el cual se ha querido denominar a las habilidades emocionales y de carácter social de los sujetos. Dichas habilidades son denominadas así, por contraste con las llamadas habilidades duras, propias del desarrollo cognitivo: la creatividad, la resolución de problemas, la argumentación, el pensamiento lógico matemático, el pensamiento reflexivo y el pensamiento crítico. Así, la autora propone renombrar a dichas habilidades blandas como habilidades personales, pues son las que identifican a la personalidad de los sujetos a lo largo de su vida y las que le abrirán la puerta al futuro.