Estudos Internacionais (Sep 2020)

Las relaciones China - Rusia en la era de la Iniciativa de la Franja y la Ruta: la mutua adaptación a la asimetría

  • Ruben Ruiz-Ramas

DOI
https://doi.org/10.5752/P.2317-773X.2020v8n3p28-47
Journal volume & issue
Vol. 8, no. 3

Abstract

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El debate acerca de las relaciones entre China y Rusia, y en particular, acerca del alcance potencial de su “asociación estratégica”, tiene en la obra de Bobo Lo (2008) y su concepto de “eje de conveniencia” un inevitable punto de anclaje. El escepticismo del autor respecto a la naturaleza y sostenibilidad de la asociación estratégica entre las dos grandes potencias descansa en tres elementos: la existencia de intereses contrapuestos tanto en el estricto ámbito bilateral como entre sus proyectos de integración regional; la divergencia en el diseño del futuro orden internacional llamado a sustituir el “momento unipolar” (Krauthammer, 1990) de supremacía estadounidense; y por último, la creciente asimetría entre China y Rusia en términos económicos, extensible, salvo en el terreno militar, al resto de capacidades estructurales. En este artículo se realiza una revisión del debate sobre las relaciones China-Rusia partiendo de los tres aspectos mencionados. A continuación, operando desde ellos, se analizan las relaciones China - Rusia desde el lanzamiento por China de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), tanto en lo respectivo a los acuerdos bilaterales, como en la coordinación de la IFR con la Unión Económica Euroasiática (UEE) liderada por Rusia. Las principales conclusiones del estudio son, igualmente, tres. Por un lado, la voluntad de hacer progresar la “asociación estratégica” de gobernantes chinos y rusos, y en paralelo, de minimizar las fuentes de conflicto entre ambas potencias, han devenido en el avance sustancial de su cooperación, aplicable tanto a acuerdos bilaterales como regionales. Por otro lado, siendo cierto lo anterior, persiste un fuerte desequilibrio entre el contenido real de estos acuerdos y la retórica con que, especialmente Rusia, proyecta sus relaciones con China. La tercera conclusión pasa por evidenciar que la asimetría entre China y Rusia, a pesar de mantenerse en aumento, no ha imposibilitado profundizar en la “asociación estratégica”. Un resultado favorecido por la mutua adaptación de China y Rusia a una relación asimétrica entre dos estados con identidad de gran potencia. Así, la dinámica de sus relaciones advierte un intercambio tácito por el que Rusia asume que es China quien determina la política económica y comercial de la integración euroasiática; mientras China se aclimata a las exigencias narrativas de Rusia para sostener su relato de liderazgo político en Eurasia.

Keywords