Gaceta Sanitaria (Nov 2020)
Morbilidad y estado de salud autopercibido, dos aproximaciones diferentes al estado de salud
Abstract
Resumen: Objetivo: Determinar el grado de asociación entre el estado de salud percibido y el obtenido a partir de información sobre morbilidad atendida. Método: Se estudió la población de cuatro áreas básicas de salud de la comarca del Baix Empordà (N = 91.067), en el año 2016, con una muestra de 1202 personas a las que se realizó una encuesta de salud. Paralelamente, las personas encuestadas se clasificaron en estados de salud mediante el agrupador Clinical Risk Groups. El grado de asociación se analizó mediante regresión logística. Resultados: Un 27% de las personas con más de dos enfermedades crónicas mayores o con condiciones de salud complejas afirmaron tener buena salud. Se detectó asociación entre percepción de salud y carga de enfermedad. El sexo, la situación laboral, la clase social y especialmente la edad también mostraron asociación con la percepción de salud. Conclusiones: La inferencia del estado de salud a partir de registros clínicos sobre morbilidad atendida aproxima la percepción subjetiva de la salud, y viceversa. No obstante, determinados factores sociodemográficos modulan la percepción individual. Los resultados obtenidos son esperanzadores en relación con el desarrollo de nuevas metodologías de cálculo de indicadores de calidad de vida. Abstract: Objective: To determine the degree of association between perceived health status and that obtained from information on attended morbidity. Method: The population of four health areas of the Baix Empordà region (Catalonia, Spain) (N = 91,067) was studied in 2016, by means of a sample of 1202 individuals. A health survey was conducted on sample individuals. At the same time, the respondents were classified by health status through the Clinical Risk Groups system. The degree of association was analysed by logistic regression. Results: 27% of patients with more than two major chronic diseases or with complex health conditions stated they were in good health. An association was detected between health perception and disease burden. Sex, work situation, social class and especially age also showed association with the perception of health. Conclusions: The inference of health status from clinical records on attended morbidity approximates to the subjective perception of health and vice versa. However, certain sociodemographic factors modulate individual perception. The results obtained are encouraging in relation to the development of new methodologies for calculating quality of life indicators.