Anales de Pediatría (English Edition) (Jan 2022)
Blood and faecal lead levels in children with various functional gastrointestinal disorders
Abstract
Introduction: To investigate the blood lead levels (BLLs) and faecal lead levels (FLLs) in children with various functional gastrointestinal disorders (FGIDs) and compare them with controls. Patients and methods: One hundred and two children with FGIDs defined by the Rome IV criteria, aged 4–18 years, and one hundred and two sex matched healthy children were enrolled in the study. Children with FGIDs were divided into three subgroups as functional constipation (FC) (n = 36), functional abdominal pain (FAP) (n = 36) and functional nausea (FN) (n = 30). The lead levels were measured using atomic absorption spectrometer. Results: The median BLLs in the FGIDs group was significantly higher than in controls (5.12 and 1.77 µg/dL, respectively). The BLLs were above 5 µg/dL in 51,9% of children with FGIDs. There was statistically significant difference in BLLs between FC subgroup and the other subgroups (FAP and FN) (p = 0.003, p < 0.001 respectively). The FLLs in the FGIDs group was significantly higher than in controls (28.08 and 0.01 µg/g, respectively). There was no significant difference in FLLs between FC subgroup and the other subgroups (p = 0.992, p = 0.989 respectively). No significant relation found between BLLs and FLLs of the FGIDs group (p = 0.123). Conclusion: This study revealed that children with FGIDs had higher BLLs and FLLs than controls and also more than half of children with FGIDs had BLLs ≥5 µg/dL which is considered as toxic level. These results might revive the question of whether or not clinicians need to evaluate routine BLLs in children with FGIDs. Resumen: Introducción: El objetivo del estudio fue determinar los niveles séricos y fecales de plomo en niños con distintos trastornos digestivos funcionales (TDF) en comparación con controles sanos. Pacientes y métodos: La muestra incluyó a 102 niños de 4–18 años con TDF definidos mediante los criterios de Roma IV y a 102 controles sanos emparejados por edad y sexo. Los niños con TDF se dividieron en 3 subgrupos: estreñimiento funcional (EF) (n = 36), dolor abdominal funcional (DAF) (n = 36) y náuseas funcionales (NF) (n = 30). Los niveles de plomo se midieron mediante espectrometría de absorción atómica. Resultados: El nivel de plomo en sangre (NPS) mediano fue significativamente mayor en niños con TDF en comparación con controles (5,12 vs. 1,77 µg/dl). Los NPS superaron los 5 µg/dl en el 51,9% del grupo TDF. Se observó una diferencia estadísticamente significativa en los NPS entre el subgrupo con EF y los otros dos subgrupos (DAF y NF) (p = 0,003 and p < 0,001, respectivamente). Los niveles de plomo en heces (NPH) fueron significativamente mayores en niños con TDF en comparación con controles (28,08 vs. 0,01 µg/g). No hubo diferencias significativas en los NPH entre el subgrupo de EF y los otros subgrupos (p = 0,992 y p = 0,989). No se encontró una correlación significativa entre los NPS y los NPH en niños con TDF (p = 0,123). Conclusión: El presente estudio demostró que los niveles séricos y fecales de plomo eran superiores en niños con TDF en comparación con controles, y que más de la mitad de los niños con TDF tenían NPS ≥ 5 µg/dl, que se consideran tóxicos. A la vista de estos resultados, cabe replantearse si los clínicos han de determinar los NPS de manera rutinaria en niños con TDF.