Medicina (Aug 2001)
Don Pedro Laín Entralgo
Abstract
<p>Al amanecer del martes 5 de junio murió don Pedro Laín Entralgo eminente médico, escritor, historiador de la medicina y académico, uno de las más grandes pensadores y humanistas españoles del siglo veinte (1908-2001). En España el trato de “don” es el de más alta categoría que puede darse: don Gregorio Marañón, don José Ortega y Gasset, don Miguel de Unamuno, don Carlos Jiménez Díaz, don Antonio Machado.</p><p>Don Pedro Laín Entralgo fue uno de los más grandes historiadores de la medicina en todo el mundo:</p><p>Miembro de la Real Academia de Medicina Española (desde 1948), Miembro de la Real Academia Española de la Lengua (desde 1954), Miembro de la Real Academia Española de Historia (desde 1962); por muchos años fue Presidente de la Real Academia de la Lengua y miembro numerario de la Academia de Medicina.</p><p>Catedrático de Historia de la Medicina de la Universidad Central y Rector de ella hasta 1956, don Pedro Laín Entralgo dirigió y editó el más completo e importante tratado de Historia de la Medicina.</p><p>En los siete volúmenes de La Historia Universal de la Medicina, publicados entre los años 1972 y 1975, colaboraron más de un centenar de autores de veinte países. Otros libros de los muchos que escribió:</p><p>“España como problema” (1949), su manual de “Historia de la Medicina” (1978), “Historia de la Medicina Moderna y Contemporánea” (1963), “La relación médico-enfermo, historia y teoría” (1961), El que hacer del médico a lo largo de la historia de la cultura (el ars medica de los romanos, la thekné de los griegos y la técnica deshumanizada del siglo XX), la relación humana entre el médico y su paciente, las relaciones entre la praxis (el conocimiento y las destrezas) y la ética y los valores, fueron objeto de sus meditaciones filosóficas.</p><p>En el Epílogo de su libro La Medicina actual (1973) don Pedro Laín Entralgo escribió:</p><p>“La fabulosa medicina actual es, en efecto, técnicamente insuficiente, porque frente a muchas dolencias no podemos hacer nada, y asistencialmente inmadura, porque todos nuestros sistemas de colectivización exigen reformas importantes, y profesionalmente injusta porque no son pocos los países en que las diferencias económicas entre los médicos rebasan lo tolerable, y científicamente insatisfactoria, porque -entre otras cosas- todavía no somos capaces de articular en forma aceptable lo que del hombre enfermo sabemos, viéndolo por un lado como simple organismo vivo, y mirándole por otro como auténtica persona.</p><p>Pretendo, pues, que este libro mío proyecte hacia el futuro los ojos de todos; con voluntad de creación en los capaces de crear, con espíritu de servicio en cuantos puedan ayudar a que sea posible tal creación, con ánimo a la vez exigente, generoso y confiado en quienes carezcan de talento para la creación y recursos para la ayuda. Sólo con la cooperación de todos podrá ser real y verdadera la grandeza de la medicina actual…”.</p>