Nefrología (English Edition) (Jul 2023)
Management of immunosuppressive therapy in kidney transplant recipients with COVID-19. A multicentre national study derived from the Spanish Society of Nephrology COVID registry
Abstract
Introduction: SARS CoV2 infection has had a major impact on renal transplant patients with a high mortality in the first months of the pandemic. Intentional reduction of immunosuppressive therapy has been postulated as one of the cornerstone in the management of the infection in the absence of targeted antiviral treatment. This has been modified according to the patient`s clinical situation and its effect on renal function or anti-HLA antibodies in the medium term has not been evaluated. Objectives: Evaluate the management of immunosuppressive therapy made during SARS-CoV2 infection, as well as renal function and anti-HLA antibodies in kidney transplant patients 6 months after COVID19 diagnosis. Material and methods: Retrospective, national multicentre, retrospective study (30 centres) of kidney transplant recipients with COVID19 from 01/02/20 to 31/12/20. Clinical variables were collected from medical records and included in an anonymised database. SPSS statistical software was used for data analysis. Results: renal transplant recipients with COVID19 were included (62.6% male), with a mean age of 57.5 years.The predominant immunosuppressive treatment prior to COVID19 was triple therapy with prednisone, tacrolimus and mycophenolic acid (54.6%) followed by m-TOR inhibitor regimens (18.6%). After diagnosis of infection, mycophenolic acid was discontinued in 73.8% of patients, m-TOR inhibitor in 41.4%, tacrolimus in 10.5% and cyclosporin A in 10%. In turn, 26.9% received dexamethasone and 50.9% were started on or had their baseline prednisone dose increased.Mean creatinine before diagnosis of COVID19, at diagnosis and at 6 months was: 1.7 ± 0.8, 2.1 ± 1.2 and 1.8 ± 1 mg/dl respectively (p < 0.001).56.9% of the patients (N = 350) were monitored for anti-HLA antibodies. 94% (N = 329) had no anti-HLA changes, while 6% (N = 21) had positive anti-HLA antibodies. Among the patients with donor-specific antibodies post-COVID19 (N = 9), 7 patients (3.1%) had one immunosuppressant discontinued (5 patients had mycophenolic acid and 2 had tacrolimus), 1 patient had both immunosuppressants discontinued (3.4%) and 1 patient had no change in immunosuppression (1.1%), these differences were not significant. Conclusions: The management of immunosuppressive therapy after diagnosis of COVID19 was primarily based on discontinuation of mycophenolic acid with very discrete reductions or discontinuations of calcineurin inhibitors. This immunosuppression management did not influence renal function or changes in anti-HLA antibodies 6 months after diagnosis. Resumen: Introducción: La infección por SARS CoV2 ha impactado de forma importante en los pacientes con trasplante renal causando una elevada mortalidad en los primeros meses de la pandemia. La reducción intencionada de la inmunosupresión se ha postulado como uno de los pilares en el manejo de la infección ante la falta de un tratamiento antiviral dirigido. Ésta se ha modificado de acuerdo con la situación clínica de los pacientes y su efecto sobre la función renal o los anticuerpos anti-HLA a medio plazo no ha sido evaluado. Objetivos: Evaluar los cambios de inmunosupresión realizados durante la infección por SARS-CoV2, así como la función renal y los anticuerpos anti-HLA de los pacientes trasplantados de riñón a los 6 meses del diagnóstico de COVID19. Material y métodos: Estudio retrospectivo, multicéntrico nacional (30 centros) de pacientes trasplantados de riñón con COVID19 desde el 01/02/20 al 31/12/20. Se recogieron las variables de la historia clínica y se incluyeron en una base de datos anonimizada. Se utilizó el programa estadístico SPSS para el análisis de resultados. Resultados: Se incluyeron 615 trasplantados renales con COVID19 (62.6% varones), con una edad media de 57.5 años.El tratamiento inmunosupresor predominante antes del COVID19 era la triple terapia con prednisona, tacrolimus y ácido micofenólico (54.6%) seguido de los regímenes con inbidores m-TOR (18.6%). Tras el diagnóstico de la infección se suspendió el ácido micofenólico en el 73.8% de los pacientes, el inhibidor m-TOR en el 41.4%, tacrolimus en el 10.5% y ciclosporina A en el 10%. A su vez, el 26.9% recibieron dexametasona y al 50.9% se les inició o aumentó la dosis de prednisona basal.La creatinina media antes del diagnóstico de COVID19, en el momento del diagnóstico y a los 6 meses fue de: 1,7 ± 0,8; 2.1 ± 1.2 y 1,8 ± 1 mg/dl respectivamente (p < 0,001).Al 56.9% de los pacientes (N = 350) se les monitorizó los anticuerpos anti-HLA. El 94% (N = 329) no presentaron cambios en los anti-HLA, mientras que el 6% (N = 21) los positivizaron. De entre los pacientes con anticuerpos donante-específicos post-COVID19 (N = 9), a 7 pacientes (3,1%) se les había suspendido un inmunosupresor (en cinco de ellos se suspendió ácido micofenólico y en 2 tacrolimus), a 1 paciente los 2 inmunosupresores (3,4%) y al otro paciente no se le había modificado la inmunosupresión (1,1%), siendo estas diferencias no significativas. Conclusiones: El manejo de la inmunosupresión tras el diagnóstico de COVID19 se basó fundamentalmente en la suspensión de ácido micofenólico con reducciones o suspensiones muy discretas de inhibidores de calcineurina. Este manejo de la inmunosupresión no influyó en la función renal ni en cambios de los anticuerpos anti-HLA a los 6 meses del diagnóstico.