Revista de Medicina Veterinaria (Jun 2008)

Identificación de Mycobacterium sp., en una población de tortugas morrocoy (Geochelone carbonaria) en cautiverio y en su entorno, en un zoológico en la Sabana de Bogotá

  • Ángela Natalia Agudelo,
  • Germán Rodríguez Martínez,
  • Leonardo Arias Bernal

DOI
https://doi.org/10.19052/mv.1452
Journal volume & issue
Vol. 0, no. 15
pp. 21 – 38

Abstract

Read online

En un Zoológico de la Sabana de Bogotá, se presentó alta mortalidad de aves por tuberculosis aviar, en un encierro en el cual habitaban dos clases de animales diferentes: reptiles y aves. Se buscó establecer la presencia del Mycobacterium sp, por medio de la identificación molecular (PCR-PRA), en una población de 19 tortugas Morrocoy en cautiverio en el Zoológico mencionado anteriormente. Se procedió a tuberculinizar a todas las tortugas, las cuales resultaron negativas y se recolectaron muestras de materia fecal y muestras ambientales (agua y suelo) y se cultivaron en medios OK/MSTA, LJ y OK respectivamente realizando baciloscopia para cada una de las muestras. De la muestras de materia fecal sólo cuatro fueron positivas a baciloscopia y de nueve muestras ambientales (suelo (n=7), agua (n=2)), cinco fueron positivas (suelo (n=4), agua (n=1)); en cuanto al crecimiento fueron negativas todas las de materia fecal de las tortugas Morrocoy. De las muestras ambientales (suelo, agua) crecieron cinco y una muestras respectivamente. Adicionalmente se obtuvo muestras de la necropsia de una tortuga Icotea, (tejido, orina y absceso) y sólo hubo crecimiento de la muestra de absceso. De la muestra de absceso se identificó Mycobacterium gordonae tipo 3, de las de suelo se obtuvo Mycobacterium avium tipo 3 y en el de agua se obtuvo Mycobacterium fortuitum tipo 1. Los hallazgos sugieren la necesidad de una vigilancia continua, que permita la identificación de la presencia de micobacterias; por medio de pruebas de laboratorio apropiadas (baciloscopia, cultivo, pruebas bioquímicas y moleculares); ya que se debe evitar que las tortugas sigan siendo parte de un ciclo epidemiológico de transmisión como portadores sanos y el contacto con los humanos debe darse sólo cuando sea estrictamente necesario, aplicando normas de bioseguridad.

Keywords