Maestro o educador

Abstract

Desde el Emilio de Rousseau, se ha resaltado, la natural bondad de los hombres, su apuesta por la figura del ayo o tutor (governeur) en oposición a la del instructor o precepteur, la idea de que el hombre nuevo vendrá a partir de la buena educación, educación que no es instruir, sino más bien una suerte de “arte de conducir” al niño (condiure), que convierte al maestro en educador, en alguien que se apodera tan sutil como absolutamente de la voluntad y de los sentimientos de los niños, para convertirlos en los perfectos ciudadanos para el Estado, es la labor que, penosamente, bien o mal, hemos desempeñado.