Revista INVI (Nov 2023)

Evolución de la política de suelo para la reducción del riesgo de deslizamientos en Quito

  • Fernando Puente-Sotomayor,
  • Paulina Villamarín-Jurado,
  • Luis Andrés Cevallos

DOI
https://doi.org/10.5354/0718-8358.2023.66928
Journal volume & issue
Vol. 38, no. 109
pp. 255 – 287

Abstract

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En el plan urbanístico de Quito de 2011 se incorporó la zonificación “zonas de riesgo por deslizamiento”, prohibiendo nuevas edificaciones. Esta política, con débil sustento técnico, tuvo imprecisiones con impactos en la seguridad de las familias, afectando sus economías. Tras diez años de aplicación y reformas aún no solventa el problema. Ante tal situación, este análisis propone aprendizajes para futuros contextos similares. Este estudio de caso revisó planes, regulación urbanística y estudios municipales sobre riesgo de deslizamiento, desde 1990. Se trianguló con entrevistas a funcionarios, y el análisis de datos de gestión territorial. Para contrastar, se sobrepusieron espacialmente las capas de zonas de riesgos, eventos del período 2005-2017 y áreas altamente susceptibles a deslizamientos. Durante diez años, 81% (644 hectáreas) de áreas con alta amenaza de deslizamientos no fueron protegidas como zona de riesgo, liberando la generación de riesgo. Contrariamente, 25% (218 hectáreas) del área zona de riesgo no presentaba alta susceptibilidad a deslizamientos, afectando a propietarios de terrenos con restricción de uso. Recientemente el plan urbanístico del 2021 actualizó como capa de afectación a 260 mil hectáreas de las áreas con alta amenaza de deslizamientos en Quito metropolitano, donde sólo 27% de los eventos 2005-2017 coincidieron con esta alta amenaza de deslizamientos. Este último plan abre la posibilidad de precisar la planificación preventiva con instrumentos de planificación de escalas menores de territorios y se espera un plan maestro de gestión de riesgos. La zonificación 2011 para la prevención de riesgo de deslizamiento, aunque tenía un objetivo de reducción del riesgo, tuvo imprecisiones que desprotegieron territorios con alta amenaza de deslizamientos y afectó a propietarios de terrenos sin riesgo. Aunque hubo mejores estudios en el mediano plazo, la política no se actualizó sino hasta 2021. Sin embargo, la nueva capa apenas cubre el 27% de los sitios siniestrados y se ha programado que planes futuros -de escalas menores de ciudad- precisen la zonificación, pues mientras más eventos sigan ocurriendo, las variabilidades climáticas extremas serán cada vez más frecuentes.

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