Acta Toxicológica Argentina (Jul 2007)
Humoral immune alterations caused by lead: studies on an adult toad model Alteraciones inmunes humorales causadas por plomo: estudios en un modelo de sapo adulto
Abstract
There is evidence that environmental metal levels affect the immune function. In the particular case of the impact of heavy metals, information available suggests that the immune system is a target for low-dose Pb exposure. Among vertebrates it was shown that amphibians are capable of forming antibodies against a variety of antigens, causing several responses such as anaphylactic response and rejecting grafts. In this study, the production of antibodies was assessed against sheep red blood cells (SRBC) in the anuran Bufo arenarum after six weekly injections of sublethal doses of lead (50 mg.kg-1, as lead acetate). Natural antibodies (natural heteroagglutinins) were also quantified against SRBC. Both assessments were carried out employing an ELISA method developed to this end, measuring absorbance (A). For natural anti-SRBC antibodies in both control (C) and Pb treated (T) toads, there was a non significant tendency to increase the initial absorbances (C initial: 0.69±0.39 A; T initial: 0.54±0.30 A), relative to those registered at the end of the experiments (C final: 0.89±0.49 A; T final: 0.76±0.31A); the T/C ratios also did not show changes. The only significant difference was found between initial and final samples from lead-treated toads (pExiste evidencia de que los niveles de metal ambientales afectan la función inmune. En el caso particular del impacto de metales pesados, la información disponible sugiere que el sistema inmune es un blanco para la exposición a bajas dosis de Pb. Entre los vertebrados, se ha mostrado que los anfibios son capaces de formar anticuerpos contra una variedad de antígenos, que causan diversas respuestas, tales como respuesta anafiláctica y rechazo de injertos. En este estudio, la producción de anticuerpos fue evaluada contra eritrocitos de oveja (EO) en el anuro Bufo arenarum, luego de seis inyecciones semanales de dosis subletales de plomo (50 mg.kg-1, como acetato de Pb). Los anticuerpos naturales (heteroaglutininas naturales) fueron también cuantificados contra EO. Ambas evaluaciones fueron llevadas a cabo empleando un método de ELISA desarrollado a este fin, midiendo la absorbancia (A). Para los anticuerpos anti-EO naturales, tanto en sapos controles (C) como en sapos tratados con Pb (T), hubo una tendencia significativa a incrementar las absorbancias iniciales (C inicial: 0,69±0,39 A; T inicial: 0,54±0,30 A); la relación T/C tampoco mostró cambios. La única diferencia significativa se encontró entre las muestras inicial y final de los sapos tratados con plomo (p<0,014). Los niveles de anticuerpos anti-EO inmune de sapos inmunizados con EO mostraron un bajo incremento significativo (p<0,05) en los animales tratados con plomo (T final: 0,66±0,36 A), al compararse con sapos control (C final: 0,91±0,50 A) al final del experimento. De este modo, se concluye que los cambios debidos a las dosis analizadas de Pb en los niveles de anticuerpos no pueden explicarse sólo sobre la base de un único mecanismo de acción del metal, sino como resultado de una conjunción de efectos sobre diferentes subpoblaciones de células inmunocompetentes. Estas diferentes respuestas sugieren que los factores que afectan los animales expuestos a un estímulo externo son diferentes de aquellos que influyen la respuesta en los animales silvestres.