Revista Latinoamericana de Bioética (Jan 2006)
CONSENTIMIENTO INFORMADO: Un acto reivindicativo de la dignidad y la libertad del paciente
Abstract
Uno de los grandes logros de la sociedad mundial de mediados del siglo XX fue reivindicar los derechos fundamentales de la persona en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En otras palabras, lograr que la dignidad del ser humano, sea ratificada a nivel internacional como principio supraconstitucional que debe ser respetado, bajo cualquier circunstancia, por todos y cada uno de los seres humanos que habitan este planeta, en todo momento y lugar. Sin embargo, pareciera que sólo fuese tinta en el papel, ya que aún, en los albores del siglo XXI, todavía se sigue discutiendo sobre el derecho de toda persona a su intimidad y autodeterminación, a la integridad e individualidad, sobre todo, cuando ésta, padece de una lesión o enfermedad y acude ante un médico para ser atendido y curado. Otrora, el médico velaba por una atención y cuido humano integral, pero en el transcurrir del tiempo el acto médico se va modificando, llegándose a despersonalizar la atención, se complejizan los protocolos de atención y se construyen complejos centros médico asistenciales. Adicionalmente, la competencia tecnocientífica ha impulsado a investigadores e instituciones, a cometer ciertos atropellos contra la voluntad informada y razonada de los pacientes. Así mismo, los médicos amparados por el privilegio médico u otros prejuicios, en los que se alega: ignorancia técnica, estado psicológico y moral o condiciones culturales, sociales y creencias religiosas del paciente. Luego, el consentimiento informado, se constituye en un proceso reivindicativo de los derechos fundamentales del ser humano enfermo, para ser respetado, protegido y cuidado, por parte del médico. Pero, debido a ciertas interpretaciones ético-jurídicas, han hecho de este instrumento de voluntad jurídica del paciente, un mero contrato de responsabilidad civil, penal y disciplinario entre las partes, obviando parcialmente la naturaleza humana, la vocación de servicio del médico y corresponsabilidad del paciente en la restitución de su vida y salud.