Revista Colombiana de Educación (Apr 1996)

¿Por qué suceden las cosas así? Un perfil de Roberto K. Merton

  • Morton Hunt

DOI
https://doi.org/10.17227/01203916.5403
Journal volume & issue
no. 33

Abstract

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Por regla general, una de las recompensas de una profesión es la deferencia que el público otorga a su nombre. Los porteros sonríen a alguien llamado “juez”, las mujeres de club se pavonean en torno de un escritor como palomas alrededor de migas de pan viejo, y prácticamente todos lisonjean a un médico como si fuera una especie de taumaturgo. Los sociólogos, que tienen un giro especial para expresar esto —y casi todo lo demás—, dicen que la manera de reaccionar de la gente con relación a una profesión refleja su “imagen popular” y lejos de la indiferencia total, se interesan mucho en la posición relativa de su propia imagen. Robert K. Merton, de la Universidad de Columbia, uno de los miembros más eminentes de la profesión, terminó hace poco un estudio sobre el tema con un párrafo, mezcla de disgusto y optimismo. Escribió: “Las imágenes populares de las ciencias sociales no son ni tan claramente definidas ni tan prestigiosas como las de otros campos profesionales importantes. Cuando los hombres consideran injustificado su humilde estatus, meditan sobre sus orígenes posibles. Entre los científicos sociales surge lentamente un interés por examinar su puesto en la sociedad”.