Salud Pública de México (Jan 2001)
Bioterrorismo: apuntes para una agenda de lo inesperado
Abstract
La vulnerabilidad de las poblaciones humanas a terrorismo químico, biológico, radiológico y nuclear ha sido ampliamente discutida pero insuficientemente analizada. Las políticas de salud pública carecen de información sólida y relevante para diseñar programas costo-efectivos para prevenir o mitigar este tipo de incidentes en el futuro. Los gobiernos tienen insuficiencia presupuestal para hacer frente a este tipo de ataques. Por lo anterior, en países en desarrollo, como México, es conveniente reflexionar sobre las acciones preventivas particulares, los agentes potenciales y la prevención de la transmisión. Propuestas. La respuesta internacional ante un ataque biológico debe basarse en acuerdos internacionales que prohiben el uso de agentes biológicos con fines de guerra o defensa; así como intercambio académico y tecnológico para la prevención de ataques bioterroristas. Las recomendaciones, a escala nacional, ante un ataque biológico son: a) una estrategia legal de defensa contra bioterrorismo; b) educación, como clave para defensa contra bioterrorismo; c) creación de un programa nacional de coordinación interinstitucional antibioterrorista, que incluya asistencia de urgencias médicas y la obtención de evidencia médica forense; d) instalación de un sistema de vigilancia epidemiológica ante el uso de armas biológicas; e) instauración de un laboratorio de análisis de material biológico asociado con incidentes terroristas; f) preparación de campañas públicas de información; g) garantía de abasto de material diagnóstico, protección especial y tratamiento de urgencias ante ataques biológicos; h) descentralización de sistemas de alerta para detección oportuna de terrorismo biológico; i) respuesta a acciones bioterroristas dirigidas contra animales y plantas, y j) creación de Comités de Etica ante situaciones de urgencia por un ataque biológico. Conclusiones. El cambiante panorama epidemiológico requiere de una infraestructura suficiente para establecer diagnósticos de enfermedades emergentes o insólitas como sería el caso de una agresión bioterrorista. La tecnología permite ahora identificar, en pocas horas, a múltiples agentes infecciosos por análisis de ácidos nucleicos y debería ser accesible en laboratorios de referencia. Todas las acciones requieren de presupuestos suficientes para enfrentar esta posible eventualidad. La situación es potencialmente de extrema gravedad y así deberá considerarse al cuantificar la inversión. El texto completo en inglés de este artículo está disponible en: http://www.insp.mx/salud/index.html