Horizonte Médico (Jan 2024)

Inhibidores de la bomba de protones: el impacto en la salud cognitiva de los adultos mayores

  • Alexander Ramírez Álvarez,
  • Raúl Antonio Cañadas Garrido

DOI
https://doi.org/10.24265/horizmed.2024.v24n1.11
Journal volume & issue
Vol. 24, no. 1 (enero - marzo)
p. e2447

Abstract

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Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son los medicamentos más potentes para inhibir la secreción gástrica ácida, y se utilizan en el tratamiento de la mayor parte de las afecciones inflamatorias de la mucosa gástrica. Forman parte de los fármacos más recetados y sobreprescritos en todo el mundo; por ejemplo, en los Estados Unidos, según la Encuesta nacional de salud y nutrición, casi duplicaron su uso en los adultos de 40 años de un 4,9 % hasta un 8,3 %, entre los años 1999 a 2012. Aunque, en general, se consideran bien tolerados, algunos estudios epidemiológicos ―que extraen información a partir de grandes bases de datos― han reportado una serie de efectos adversos asociados con su uso prolongado, entre los cuales están el deterioro cognitivo, la enfermedad renal crónica, el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, las fracturas óseas e incluso la muerte, entre otros. El objetivo fue realizar una revisión narrativa de la literatura acerca de los efectos del uso crónico de los IBP sobre el deterioro cognitivo en los adultos mayores. Se revisaron artículos a partir de una búsqueda en las bases de datos Pudmed, Scopus y Scielo con las palabras clave y términos Mesh/DeCS relacionados tanto en inglés como en español. Los efectos secundarios a nivel neurológico inducidos por el uso crónico de los IBP pueden estar relacionados indirectamente con la presencia de alteraciones sistémicas secundarias (deficiencia de magnesio y vitamina B12) o con efectos directos sobre el funcionamiento neuronal después de pasar a través de la barrera hematoencefálica. Si bien se han descrito varios mecanismos neurobiológicos por medio de los cuales los IBP podrían favorecer el desarrollo de la demencia ―que comprenden el funcionamiento de la proteína tau, la acumulación de beta amiloide (βA) y la deficiencia de cobalamina, entre otros―, la mayor parte de la evidencia clínica disponible no ha encontrado una asociación significativa entre el uso de los IBP y el riesgo de demencia o el deterioro cognitivo. Para establecer de una manera más clara los efectos clínicos adversos del uso crónico de los IBP, en especial, en el funcionamiento cerebral, se necesitan estudios de cohorte bien diseñados, con tamaños de muestra grandes y periodos de seguimiento prolongados, con un método confiable para ajustar los factores de confusión estandarizados y, además, realizar análisis por subgrupos.

Keywords