Revista Cubana de Estomatología (Oct 2018)
Laser de baja potencia en Ortodoncia
Abstract
Introducción: durante los últimos años la Ortodoncia demanda tratamientos más cortos. La duración del tratamiento depende del diagnóstico, complejidad del caso, plan de tratamiento, aparatología, experiencia clínica y cooperación del paciente, entre otros, y generalmente oscila entre 24 y 36 meses. Existen estudios que avalan el láser de baja potencia acelera el movimiento ortodóntico, sin embargo, los mecanismos de la fotobiomodulación asociados a esto están claros. Objetivo: describir la evidencia asociada a la fotobiomodulación por láser de baja potencia en el movimiento ortodóntico y sus mecanismos. Métodos: se realizó una revisión bibliográfica sobre la relación existente entre la fotobiomodulación por láser de baja potencia en el movimiento ortodóntico y sus mecanismos en MEDLINE, PubMed y SciELO. La búsqueda se orientó a artículos publicados fundamentalmente en los últimos 5 años sin hacer distinciones de idioma. Los tópicos consultados en la revisión estuvieron referidos a estudios experimentales en humanos, animales e in vitro que incluyeran los láseres que emiten luz infrarroja (780-820 nm), debido a que la absorción infrarroja de la hemoglobina es menor que la del rojo visible. Los láseres que emiten luz infrarroja (780-820 nm) son los mejores para estimular las células óseas porque sus longitudes de onda penetran más profundamente en el tejido blando, alcanzando el tejido óseo. Resultados: se profundiza en el tema de la fotobiomodulación y las bases modulares del empleo de esta técnica en Ortodoncia. El láser de baja potencia acelera el movimiento ortodóntico, sin embargo, no se ha determinado una ventana terapéutica específica para la dosimetría y el mecanismo de acción a nivel de tipos de células individuales. Conclusiones: la evidencia sugiere que el láser de baja potencia acelera el movimiento ortodóntico. Sobre los mecanismos celulares implicados en el movimiento ortodóntico cuando son irradiados con láser, aún la evidencia clínica es insuficiente.