Cuaderno de Notas (Jul 2017)
El arquitecto como educador de la sociedad
Abstract
El concurso para el monumento a Federico II fue convocado por primera vez el 25 de enero de 1787, en un momento marcado por la profunda crisis que a todos los niveles atravesaba el Sacro Imperio Romano Germánico. La necesidad de revertir la mala situación existente hizo que una parte importante de la intelectualidad alemana apuntase a la educación como único medio de regeneración posible. En este sentido, un buen número de propuestas escultóricas relacionaban al monarca con la figura del filósofo. Por su parte, los proyectos presentados por Hans Christian Genelli, Carl Gotthard Langhans, Heinrich Gentz y Friedrich Gilly, desarrollaban diversas estrategias utilizando la arquitectura como medio para producir una mejora en la vida del hombre, desde el mero embellecimiento estético planteado por Langhans, pasando por la capacidad de abstracción de la belleza reivindicada por Gentz, hasta el edificio educativo proyectado por Gilly quien, con su propuesta para el monumento, construye un mecanismo capaz de transformar al gobernante en filósofo.
Keywords