Revista de Salud Ambiental (Dec 2017)
¿Cuantificación de aeroalérgenos polínicos o recuentos de granos de polen?
Abstract
Existe un consenso generalizado sobre la necesidad de conocer la aeropalinología local para poder comprender de modo adecuado la polinosis y realizar un diagnóstico etiológico correcto. Por otro lado, los datos aerobiológicos suministrados por las redes de vigilancia permiten implantar medidas eficaces para evitar la exposición. La caracterización aeropalinológica del aerosol atmosférico se realiza tradicionalmente mediante el muestreo volumétrico de las partículas en suspensión en la atmósfera y posterior recuento de los tipos polínicos y fúngicos presentes en las muestras. Uno de los métodos de muestreo más utilizado se basa en el propuesto por Hirst en 1952. La correcta identificación de los tipos polínicos y fúngicos en las muestras requiere una formación altamente especializada, para poder reconocer las características morfológicas que permiten la adecuada adscripción a un tipo polínico o fúngico. A lo largo de las últimas décadas del siglo XX fueron apareciendo en publicaciones científicas datos que dirigieron el interés de los investigadores hacia la cuantificación de los alérgenos polínicos. Además, se ha señalado la falta de relación encontrada entre los recuentos de granos de polen y los síntomas de la polinosis (rinitis, conjuntivitis y el asma). Por otro lado, existe una controversia alrededor del tamaño de los granos de polen y su posibilidad de penetrar profundamente en las vías respiratorias. Este conjunto de evidencias propiciaron la introducción del concepto de carga alergénica y la necesidad de su cuantificación en el aerosol atmosférico. Son muchos los esfuerzos que se han realizado en este sentido, en este trabajo complementaremos nuestra experiencia en el tema con una revisión de la bibliografía publicada, tratando de examinar si se puede contestar a la pregunta formulada por Beggs ya en 1998; ¿qué hay que considerar el polen o los alérgenos polínicos?. El análisis del tema permite evidenciar que no siempre hay una correlación estrecha entre los recuentos de granos de polen y la carga alergénica, en algunos casos este comportamiento es fácilmente justificable y era previsible, en otros casos las razones no son tan evidentes. Sin embargo, hasta el momento no todos los aeroalérgenos han podido ser cuantificados en el bioaerosol, por lo que todavía no nos encontramos en condiciones de sustituir los recuentos aeropalinológicos tradicionales y se requiere seguir investigando en este campo para poder desarrollar una metodología de toma de muestras y cuantificación de aeroalérgenos que pueda ser implementada en las redes de vigilancia aerobiológica de la atmósfera. Siguiendo con la revisión bibliográfica realizada se apuntan otras opciones posibles para los estudios aerobiológicos y se recoge la opinión de los autores sobre sus posibilidades de futuro.