Escritos (Jan 2022)
Una mirada a la infancia: el espanto social en Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez
Abstract
Este artículo analiza cinco cuentos del volumen Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez: “El chico sucio”, “La casa de Adela”, “Pablito clavó un clavito: una evocación del Petiso Orejudo”, “El patio del vecino” y “Bajo el agua negra”, donde la autora reescribe el tema de la infancia. Esta reescritura está lejos de una visión idílica, ya que se trata de la problematización de la infancia moderna; los protagonistas de estos relatos son niños que violentan o son violentados y que, simbólicamente, proponen la ausencia de futuro y esperanza. Para el análisis de estos cuentos utilizo categorías propias de la estética del grotesco, ya que los conceptos propuestos por Wolfgang Kayser en Lo grotesco. Su configuración en pintura y literatura me permiten trascender las convenciones del terror, género con el que normalmente se asocia la obra de Enríquez. Más que los componentes sobrenaturales propios del terror o lo fantástico subrayo en este artículo la crítica social y la noción del vacío que conforman la poética de la autora argentina, de ahí que proponga la categoría del “espanto social”. El mundo que presenta Mariana Enríquez es uno sombrío y desarticulado, sin fuerzas extrañas a las que culpar, que nos obliga a mirar la realidad de nuestra sociedad moderna.