Revista Cubana de Higiene y Epidemiología (Aug 2006)
Tétanos infantil Tetanus in childhood
Abstract
El tétanos es responsable de más de un millón de muertes anuales, la mayor parte de las cuales corresponde a países en vías de desarrollo. El tracto intestinal humano y de algunos animales es el habitat normal e inocuo de Clostridium tetani, microorganismo ampliamente difundido, y es frecuente detectar sus esporas en la tierra y en el polvo doméstico. En Cuba, al cierre del año 2002 la tasa de tétanos fue de 0,0 x 100 000 habitantes. El último caso infantil presentado en Villa Clara ocurrió hace ya 35 años, y las características relevantes que rodearon la historia del caso, cuyo desenlace fue su recuperación, motivaron este trabajo con el fin de que sirva de ejemplo a los profesionales de la salud. Se trató de un niño de 3 años de edad con antecedentes de inmunodeficiencia completa, la cual fue diagnosticada por el servicio de Inmunología, esquema de vacunación completo, y de haber recibido un pinchazo en el dedo del pie en el patio de su casa, donde se encontraban heces de caballos, cerdos y demás animales de corral. Se hospitalizó y se valoró como un absceso periamigdalino. Al empeorarse el cuadro fue revalorado y se hizo el diagnóstico de tétanos sistémico. Se impuso tratamiento con rocefin, metronidazol, reactivación del toxoides tetánico, gammaglobulina y suero antitetánico homólogo.Tetanus is responsible for over a million deaths annually, most of them in developing countries. The intestinal tract in man and in some animals is the regular and harmless habitat of Clostridium tetani, a widely spread microorganism, whose spores are often detected on soil and dust at home. At the closing of 2002, tetanus incidence rate in Cuba was 0.0 per 100 000 pop. The last infant case recorded in Villa Clara took place 35 years ago and the relevant particularities of this case history, the outcome of which was the complete recovery of the child, gave rise to this paper in order that it can be taken as an example for health professionals. It was a 3 years-old boy with a history of complete immunodeficiency diagnosed by the Immunology department, and with completed vaccination schedule. He had been pricked on one of his toes at the courtyard of his house where there were horse, pig and other farming animal feces. He was admitted at the hospital and diagnosed with peritonsil abscess. When he got worse, his clinical picture was reassessed and then the diagnosis was systemic tetatus. The indicated treatment was Rocephin, Metronidazole, reactivation of tetanus toxoid vaccine, gamma globulin and antitetanus homologous serum.