Desear una imagen perfecta no significa padecer un trastorno psicológico, pero cuando la preocupación por el cuerpo y la insatisfacción con este no se adecuan a la realidad, ocupan la mente con intensidad y frecuencia en forma de ideas sobrevaloradas y generan malestar, lo que interfiere negativamente en la vida cotidiana; entonces se pueden convertir en un problema clínico.