Cirugía Cardiovascular (Nov 2020)
Tromboendarterectomía pulmonar en pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica y afectación distal
Abstract
Resumen: Introducción y objetivos: La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica es una rara consecuencia de la embolia pulmonar aguda. La cirugía de tromboendarterectomía pulmonar es el tratamiento de elección. Cuando la afectación es distal (nivel iii anatomoquirúrgico o segmentario) supone un mayor desafío quirúrgico y presenta mayor riesgo de morbimortalidad perioperatoria. Analizamos los resultados de la tromboendarterectomía pulmonar en pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica nivel i-ii y nivel iii en nuestro centro. Métodos: Desde febrero de 1996, hemos realizado 290 tromboendarterectomías pulmonares consecutivas, 260 con seguimiento mínimo de un año (media de 67 meses [rango 17-279]). Dividimos esta población en grupo 1 (210 pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica nivel i y ii) y grupo 2 (50 pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica nivel iii [19%]) Resultados: La supervivencia al año fue del 94% en el grupo 1 y del 96% en el grupo 2, a los 3 años, del 93 y el 96%, y a los 5 años, del 90 y el 96%, respectivamente (p = 0,352). La mortalidad hospitalaria (6% vs. 4%, p = 0,473), la oxigenación con membrana extracorpórea perioperatoria (6% vs. 0%, p = 0,058), la tasa de ventilación mecánica de más de 48 horas (34% vs. 42%, p = 0,306) y la hipertensión pulmonar residual (resistencias vasculares pulmonares superiores a 400 dinas.s.cm−5) a los 6 meses de seguimiento (22% vs. 19%, p = 0,680) no presentaron diferencias estadísticamente significativas. Conclusiones: La tromboendarterectomía pulmonar en hipertensión pulmonar tromboembólica crónica con afectación distal o segmentaria, cuando es realizada en un centro experto, puede obtener resultados a corto-medio plazo excelentes y similares a los pacientes intervenidos con afectación más proximal. Abstract: Introduction and objectives: Chronic thromboembolic pulmonary hypertension is a rare consequence of an acute pulmonary embolism. Pulmonary thromboendarterectomy is the treatment of choice. It represents a greater surgical challenge in distal chronic thromboembolic disease (level iii, segmental). It also presents a higher risk of perioperative morbidity and mortality. We analyzed the results of pulmonary thromboendarterectomy in patients with level i-ii and level iii chronic thromboembolic pulmonary hypertension in our center. Methods: Since February 1996, we have performed 290 consecutive pulmonary thromboendarterectomy, 260 of them with a minimum follow-up of one year (mean of 67 months [rank 17-279]). We divided this population into group 1 (210 patients with chronic thromboembolic pulmonary hypertension levels i and ii) and group 2 (50 patients with chronic thromboembolic pulmonary hypertension level iii [19%]). Results: Survival rate was 94% in group 1 and 96% in group 2 after one year, 93% and 96% after 3 years, and 90% and 96% after 5 years, respectively (P=.352). No statistically significant differences were found regarding hospital mortality (6% vs. 4%, P=.473), perioperative extracorporeal membrane oxigenation (6% vs. 0%, P=.058), the rate of mechanical ventilation for more 48 hours (34 vs. 42%, P=.306) and residual pulmonary hypertension (pulmonary vascular resistance greater than 400 dynes/sec/cm−5) at 6 months of follow-up (22% vs. 19%, P=.680). Conclusions: Pulmonary thromboendarterectomy in chronic thromboembolic pulmonary hypertension with distal involvement, when performed in an expert center, can obtain short-to-medium-term results excellent and similar to those of patients operated on with more proximal involvement.