La identidad regional del Magdalena Medio: una pregunta que responden sus pobladores

Abstract

Desde septiembre del año 2003, la investigación “Identidades y Territorios en el Magdalena Medio” inició su trabajo con un objetivo central: conocer lo que los habitantes de los trece municipios en los cuales trabajamos, sienten, piensan, hacen y dicen sobre sí mismos y sobre sus municipios, valles, ríos y serranías. Nuestro punto de partida entiende que la memoria social construida a lo largo del tiempo por las poblaciones, algunas veces se encuentra en tensión con las versiones oficiales que circulan en la esfera pública, mostrándonos los nuevos conflictos generados allí. En este orden de ideas, nuestro punto de llegada se pregunta por el destino público y político de esa memoria social, es decir, las proyecciones de sociedad que edifican las poblaciones a partir de sus propias alternativas de vida. El escenario en cual realizamos este ejercicio fue entonces la cotidianidad de la gente que habita en los municipios de Regidor, Río Viejo, Arenal, Morales, Santa Rosa del Sur, Simití, San Pablo, y Cantagallo, en el deparamento de Bolívar; Yondó en el departamento de Antioquia; Puerto Wilches, Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí y El Carmen de Chucirí en el departamento de Santander. Las indagaciones sobre la “identidad”, el “territorio” y la “cultura”, en una geografía de nuestro país que ha llamado históricamente la atención por la riqueza de sus tierras, sus procesos particulares de poblamiento y también, desafortunadamente, por la vigencia desde hace más de un siglo de conflictos estructurales que desembocan en manifestaciones violentas de profundas repercusiones sociales y políticas para sus habitantes, nos muestran la importancia que tiene para las personas ser escuchadas desde la cotidianidad en la que han logrado construir sus vidas, a pesar de los múltiples problemas que caracterizan sus municipios. Ellas construyen el epicentro de nuestro trabajo, sus voces son una representación de las múltiples realidades presentes en la cuenca media del río Grande de la Magdalena y, al mismo tiempo, encarnan un gran abanico territorial en el cual se reflejan las alternativas construidas frente a la violencia, la pobreza y la exclusión.