Revista Científica de Enfermería (Dec 2021)

Infección del sitio quirúrgico tras cirugía craneal. Análisis de los factores de riesgo

  • María Pilar Chisbert Genovés,
  • María Isabel Mármol López,
  • Luis Moreno Oliveras,
  • María Sales Vidagany Espert,
  • Salvador Íñigo Clarí,
  • José Piquer Belloch

DOI
https://doi.org/10.14198/recien.21669
Journal volume & issue
no. 22
p. 20

Abstract

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Objetivo: Determinar la incidencia de infección superficial de la herida quirúrgica en los pacientes intervenidos de cirugía craneal y analizar los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos.Método: Se realizó un estudio observacional retrospectivo en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de La Ribera (Alzira, Valencia) que abarcó el periodo 2005-2015, donde se incluyeron todos los enfermos que habían sido intervenidos de cirugía craneal y que desarrollaron infección superficial de la herida quirúrgica hasta un año después de la intervención. Se excluyeron los pacientes intervenidos mediante abordaje transesfenoidal y cirugía de la hidrocefalia.Resultados: De un total de 870 craneotomías realizadas en 710 pacientes, 14 presentaron infección del sitio quirúrgico (ISQ) en un tiempo medio de 66,4 días, lo que supone una incidencia acumulada de infección del 1,6%. Destacan factores como el rasurado en Sala de Hospitalización 12 horas previas a la cirugía (85,7%) y la fístula de líquido cefalorraquídeo (28,57%). En relación a la evolución del paciente, fueron variables estadísticamente significativas la obesidad (p=0,047; OR=2,15) y las infecciones coexistentes (p=0,011; OR=4,00). La cirugía urgente presenta casi el doble de probabilidad de ser una cirugía contaminada (p=0,049; OR=1,70). Hubo extensión profunda afectando al hueso o cavidad intracraneal en un porcentaje alto de casos (92,8%), que motivó que la mortalidad global de la serie fuera muy elevada 3/14 (21,4%).Conclusión: La obesidad en el paciente sometido a cirugía craneal causa el doble de probabilidad de exitus por ISQ. Y la presencia de infecciones coexistentes provoca cuatro veces más riesgo.