Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (Jan 2013)
El tratamiento de lo corporal en la formación inicial del profesorado
Abstract
El punto de partida de este escrito es una obviedad. Todos los seres humanos tenemos cuerpo. Siempre. El que seamos seres corpóreos no es algo anecdótico o marginal, sino que nos constituye como personas. Somos seres humanos no a pesar de tener cuerpo, sino porque tenemos un cuerpo humano. Hemos dejado atrás, al menos en los discursos, las visiones dualistas en las que el cuerpo era considerado un lastre, algo secundario y supeditado a otras características más «sublimes». Lapierre (1990, 9) reconocía la sucesión de dualismos, primero el teológico y luego elfilosófico, que han situado el cuerpo en la escuela en una posición subordinada. Sin embargo, en nuestro tiempo gana peso la idea de que las personas no somos seres duales ni compartimentados, sino que tenemos una naturaleza con múltiples dimensiones interrelacionadas que nos constituyen como seres únicos en un proceso dinámico en el que participan lo biológico, lo cultural, lo social o lo histórico, por nombrar solo algunos agentes. De acuerdo con esta premisa, la pregunta que quiero explorar en las páginas siguientes es cómo responde la educación a nuestra naturaleza corpórea. Más en concreto, en este artículo quiero presentar algunos temas que considero que deberían formar parte de la formación inicial para que cada docente y el sistema educativo en su conjunto puedan tener una respuesta más elaborada al hecho de que educadores y educandos son seres con cuerpo. Esto implica detenernos a pensar cómo la escolaridad afecta y es afectada por esta característica humana de sentir, de percibir, de aprender, de relacionarse, de enseñar o de pensar con y desde el yo-cuerpo. Propondré cinco bloques temáticos en torno a los que podría organizarse esta formación del profesorado siguiendo lo incluido en el plan de estudios del grado en Educación Primaria de la Universidad de Valladolid.