En Madrid, los mercados municipales, antiguos configuradores del barrio y sus relaciones sociales, se hayan en un proceso de transformación sostenido por las políticas públicas e impulsado por nuevos inversores, dado el desarrollo de procesos de gentrificación en ciertas áreas urbanas. En consecuencia, diferentes modelos de mercado están en pugna. Atrapados en la lógica de renovarse o morir, la renovación de los mercados representa una lucha por el espacio urbano, expresada en la dicotomía del derecho a la ciudad sobre el derecho al consumo.