Relaciones Internacionales (Oct 2016)
El fin de la naturaleza barata: o cómo aprendí a dejar de preocuparme por “el” medioambiente y amar la crisis del capitalismo
Abstract
¿Afronta actualmente el capitalismo el “fin de la naturaleza barata”? Si así es, ¿qué podría significar esto y cuáles con las implicaciones para el futuro? Estamos, de hecho, siendo testigos del fin de la naturaleza barata en un sentido específico histórico. En vez de contemplar el fin de la naturaleza barata como la reafirmación de “límites de crecimiento” externos, sostengo que, a día de hoy, el capitalismo ha agotado la relación histórica que la produce. El fin de la naturaleza barata se comprende mejor como el agotamiento de las relaciones de valor que han restaurado periódicamente los “Four Cheaps”: trabajo, alimentos, energía y materias primas. Fundamentalmente, estas relaciones de valor son coproducidas por, y a través de, humanos con el resto de la naturaleza. La cuestión decisiva, por lo tanto, enciende las relaciones que envuelven y despliegan las sucesivas configuraciones de la naturaleza humana y extra-humana, simbólicamente capacitadas y materialmente realizadas, a través de la larga duración del sistema-mundo moderno. Significativamente, la apropiación de trabajo no remunerado —incluyendo los “regalos gratuitos” de la naturaleza— y la explotación del trabajo asalariado, forman una unidad dialéctica. Los límites del crecimiento enfrentados actualmente por el capital son suficientemente reales, y son “límites” coproducidos a través del capitalismo como ecología-mundo, uniendo la acumulación de capital, la búsqueda de poder y la coproducción de naturaleza como un todo orgánico. El límite de la ecología-mundo del capital es el capital en sí mismo.