Atención Primaria (May 2014)

Consejos para pacientes

  • M. Eulalia Lucio-Villegas Menéndez,
  • Laura López González,
  • M. Isabel Gutiérrez Pérez,
  • Natalia Aresté Lluch,
  • M. Luisa Morató Agustí,
  • Santiago Pérez Cachafeiro

DOI
https://doi.org/10.1016/S0212-6567(14)70057-5
Journal volume & issue
Vol. 46, no. S2
pp. 25 – 31

Abstract

Read online

En el cuidado de las heridas es tan importante saber qué hacer como saber qué no hacer. Lo primero es valorar la gravedad de la lesión y saber si es necesario acudir a un centro sanitario o no. Si la herida es simple, lo más recomendable es hacer una buena limpieza con suero o agua tras lavado de manos, realizando la desinfección de esta con el antiséptico más adecuado. Los antisépticos no deben usarse para la limpieza de las heridas (usar suero fisiológico o agua del grifo) ni para la cura de heridas con tejido de granulación. No hay que usarlos en el oído o cerca de los ojos; en caso de aplicación accidental en el ojo lavar abundantemente con agua. No usar povidona yodada en gestantes, ni utilizar preparados yodados en neonatos, en pacientes con alteraciones del tiroides o en alérgicos al yodo. Hoy en día, tampoco se debe usar la merbromina/mercurocromo a causa de su contenido en mercurio. Antes de usar un antiséptico han de eliminarse todos los residuos inorgánicos (cuerpos extraños) y los orgánicos desvitalizados, detritus, esfacelos, exudado purulento, escaras, etc. Esta acción facilitará la cicatrización y la acción de los antisépticos, ya que se inactivan en presencia de materia orgánica.

Keywords