REBIOL (May 2013)

De las cartas, a la publicación científica virtual

  • Raúl Antonio Beltrán Orbegoso

Journal volume & issue
Vol. 33, no. 1

Abstract

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La comunicación científica es uno de los momentos terminales de la investigación, en donde se dan a conocer los resultados y las hipótesis convalidadas del trabajo del hombre de ciencia. La comunicación permite el desarrollo de la ciencia y coadyuva en lograr el objetivo supremo de la ciencia como es la aplicación del conocimiento. A través de la historia de la ciencia, las comunicaciones académicas de los siglos XVI y XVII eran las “cartas”, documentos muy reservados conocidos por el remitente, el destinatario y un grupo muy selecto de personas; son memorables las cartas de Isaac Newton a John Collins y a Leibniz sobre la autoría del cálculo diferencial y las cartas de Galileo a Peiresc en 1635 sobre Astronomía. De las cartas se pasaron a los libros y revistas, estas publicaciones permitieron una mayor difusión de la ciencia y su conocimiento por un sector más vasto de académicos. En 1665, se publican las primeras revistas científicas, Le Journal des Sçavans (Revista de sabios) en Francia y las Philosophical Transactions of the Royal Society of London en Inglaterra. El devenir histórico de la ciencia, el desarrollo socio económico y el desarrollo de las corrientes filosóficas permitieron el surgimiento de miles de objetos de estudio científico en corto tiempo. Este marco, junto con la aparición de nuevos métodos, técnicas e instrumentos de estudio, conllevaron al desarrollo espectacular de la ciencia y tecnología y a la publicación actual de cientos de revistas científicas que buscan ingresar y mantenerse en los preciados cuartiles de la clasificación de publicaciones científicas. La ciencia del siglo XXI es diferente al de los siglos pasados; y diferente es también la publicación científica y diferente su exigencia. Hoy, no solo es indispensable que el investigador “haga ciencia”, sino que también “redacte ciencia”. Actualmente, las publicaciones en ciencias sociales, suelen presentarse en el estilo APA (American Psychological Association) o en el ISO 690, las publicaciones en ciencias biomédicas se presentan en el estilo Vancouver; aunque algunas revistas de renombre usan una combinación de APA y Vancouver. Pero las publicaciones científicas actuales, si bien es cierto pueden ser conseguidas, adquiridas o canjeadas por cualquier institución o persona, al mantenerse como documentos físicos o escritos, no llegan a ser difundidos a toda la comunidad científica. En el caso de los países latinos, uno de las limitantes es el costo de las mismas, agravadas por el poco apoyo del Estado a la investigación en las universidades. Ante esta dificultad, las publicaciones virtuales se han convertido en una magnífica oportunidad para que una persona tenga acceso a artículos científicos de prestigiadas revistas. En ese sentido, el OJS (Open Journal Systems), Sistema de Administración y publicación de revistas y documentos periódicos (seriadas) en Internet, es una magnífica oportunidad para que la investigación científica realizada en la Universidad Nacional de Trujillo sea conocida en cualquier parte del mundo y permita establecer contactos con profesionales afines. En el caso de la revista REBIOL de la Facultad de Ciencias Biológicas, desde su aparición en 1964, los diversos directores de la revista, a pesar de muchas vicisitudes, la mantuvieron vigente como documento físico; sus 32 volúmenes de historia son la evidencia. Hoy, en el 2013, el presente volumen 33 de REBIOL marca un hito muy importante en la historia de la publicación científica en nuestra Facultad, pues se pasa de la publicación escrita o física a la publicación virtual en un sistema internacional. El reto es mantener la publicación virtual, renovarla permanentemente y procurar que los artículos científicos sean validados por evaluadores internos y externos, a fin de que REBIOL alcance su indización. Por tanto, saludo este hecho transcendental para la universidad y desde este primer número virtual invito a todos los colegas de la Facultad de Ciencias Biológicas, a los egresados y a investigadores externos a publicar en nuestra revista para mantenerla siempre renovada.