Ecología Austral (Nov 2018)

Seguridad alimentaria, medio ambiente y nuestros hábitos de consumo

  • Lucas A. Garibaldi,
  • Georg Andersson,
  • Celeste Fernández Ferrari,
  • Néstor Pérez-Méndez

DOI
https://doi.org/10.25260/EA.18.28.3.0.768
Journal volume & issue
Vol. 28, no. 3

Abstract

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La agricultura y la ganadería tienen un impacto ambiental enorme, que crece día a día. En un artículo anterior destacamos el rol de la biodiversidad en la producción agropecuaria, utilizando como ejemplo a los polinizadores. Aquí nos enfocamos en debatir las dimensiones de la seguridad alimentaria, y la importancia de cambios en nuestros hábitos de consumo en las ciudades para modificar el uso de la tierra en zonas rurales y minimizar la huella ambiental. Mientras que el impacto ambiental del agro es justifcado comúnmente desde la necesidad de una mayor producción para lograr seguridad alimentaria, las dimensiones del acceso a los alimentos y de su correcta utilización juegan un papel clave hoy en día. Por ejemplo, en el mundo hay más personas con problemas nutricionales asociados al sobrepeso que a la desnutrición. Además, aumentar la producción en ciertos países desarrollados no implica mayor alimento en aquellos lugares pobres con deficiencias alimentarias. Si la población mundial comiese menos carne proveniente de animales que son engordados con granos (por ej. feedlots) se reduciría el impacto ambiental, incluyendo menor emisión de gases con efecto invernadero. Es clave identificar el origen de la carne que consumimos, ya que hay otros sistemas de producción de carne con menor impacto ambiental. Cambiar la dieta en algunos sectores de la población de modo de evitar los excesos en el consumo de carne, podría además evitar muchas muertes por menor obesidad, así como menor incidencia de enfermedades como las coronarias, accidentes cerebro vasculares y diabetes mellitus tipo 2 (esta última aumenta en todo el mundo a tasas epidémicas). El camino hacia la seguridad alimentaria y la sustentabilidad es polifacético, e incluye modificar la forma en que distribuimos y utilizamos el alimento, destinar una mayor proporción de granos y legumbres al consumo humano en lugar de animal, reducir los desperdicios de comida, y modificar nuestra dieta. https://doi.org/10.25260/EA.18.28.3.0.768