Revista de la Facultad de Medicina (Oct 2004)
Evaluación de actitudes frente a las guías de práctica clínica en el Instituto Nacional de Cancerología Bogotá - Colombia
Abstract
Antecedentes. Las guías de práctica clínica son herramientas construidas en la metodología de la medicina basada en la evidencia, que facilitan la toma de decisiones al clínico y al paciente para obtener el mejor cuidado y el mejor resultado posible, en una condición establecida de salud. Objetivos. Evaluar las actitudes del personal de salud del Instituto Nacional de Cancerología- Bogotá (Colombia) frente a las Guías de Práctica Clínica e identificar sus posibles causas. Material y métodos. Se diseño y aplicó una encuesta dirigida a todos los miembros del personal de salud de la institución. Se obtuvo una fracción de respuesta a la encuesta del 84.7% (IC 95%: 74.5 94.9). Resultados. La mayoría de los encuestados (80.1% ) conocía al menos una guía de práctica clínica y de ellos 77.3% la utilizaba o aplicaba en su práctica clínica. En general, las guías fueron evaluadas favorablemente y se consideraron una herramienta de importancia para la práctica clínica. Fue unánime el rechazo a la participación de la industria farmacéutica en la elaboración de Guías de Práctica Clínica. La profesión y el tiempo de experiencia se relacionaron con algunas actitudes hacia las Guías de Práctica Clínica: a mayor tiempo de experiencia se tiende a dar menor credibilidad a las guías; los médicos perciben más que las enfermeras que las Guías de Práctica Clínica son herramientas necesarias, y estas a su vez más que las profesionales de terapias. Conclusiones. La encuesta estableció que las Guías de Práctica Clínica fueron utilizadas por que daban confianza en la toma de decisiones, tenían credibilidad al ser realizadas por expertos, eran útiles, prácticas y ágiles, ofrecían ventajas desde el punto de vista legal, administrativo y ético, eran herramientas de aprendizaje, tenían en cuenta los recursos locales y facilitaban la interdisciplinariedad. Las principales barreras para la aplicación de Guías de Práctica Clínica fueron: aplicabilidad reducida, falta de flexibilidad en el escenario clínico, consideración de que la experiencia personal era más importante que una Guías de Práctica Clínica, limitaciones en su disponibilidad en nuestro medio, falta de cultura para utilizarlas y falta del componente multidisciplinario en los grupos encargados de su elaboración.