Salud Pública de México (Jan 2003)
Prospects for controlling cervical cancer at the turn of the century Perspectivas de control de cáncer cervical en el siglo XXI
Abstract
Cervical cancer morbidity and mortality have decreased substantially during the last 50 years mostly due to success-ful organized or opportunistic screening with Pap cytology in high and middle income countries. In many low income countries Pap cytology screening is yet to be effectively implemented or has failed to reduce cervical cancer rates to an appreciable extent. The fact that infection with certain human papillomavirus (HPV) types is now recognized as a necessary cause of this disease has led to new research fronts on prevention of cervical cancer. Testing for HPV DNA has shown great promise as a screening tool with better sensitivity but somewhat lower specificity than Pap cytology. In combination with the latter, HPV testing has the potential to improve the negative predictive value of cytology, thus allowing for increased testing intervals, which would lower program costs with acceptable safety. Advances in cytology processing and automation have also led to new screening approaches that are increasingly gaining acceptance in high and middle income countries. For low income countries, visual inspection with acetic acid has proven to be an effective alternative to conventional Pap cytology, especially in settings where no screening programs have been implemented. Concerning primary prevention of cervical cancer, recent research on the safety and efficacy of candidate prophylactic vaccines against HPV have shown very promising results with nearly 100% efficacy in preventing persistent infections and development of cervical cancer precursors. However, policy makers are strongly cautioned to avoid deferring decisions concerning the implementation of cervical cancer screening under the expectation that a successful vaccine could obviate the need for secondary prevention strategies.La morbilidad y mortalidad de cáncer cervical ha decrecido sustancialmente durante los últimos 50 años, debido principalmente a programas organizados de detección oportuna de cáncer basados en citología, particularmente en países con altos y medianos ingresos. Sin embargo, en muchos países de bajos ingresos el programa de detección oportuna de cáncer basado en citología apenas está siendo implantado correctamente o tiene fallas, por lo que no se puede apreciar el alcance para reducir las tasas de este cáncer. El hecho es que la infección con ciertos tipos de virus de papiloma humano es ahora reconocida como una causa necesaria de la enfermedad, lo que ha conducido a nuevas investigaciones frente a la prevención del cáncer cervical. Las pruebas de ADN del virus del papiloma humano se han mostrado como una herramienta prometedora con gran sensibilidad, pero con especificidad más baja que la citología. En combinación con citología ginecológica, la prueba del virus del papiloma humano tiene potencial para mejorar el valor predictivo negativo de la prueba convencional, permitiendo incrementar los intervalos de periodicidad de la misma y poder disminuir los costos del programa con seguridad aceptable. Los avances en el procesamiento de la prueba de citología y automatización de pruebas que determinan ADN del virus, han permitido nuevas propuestas de tamizaje lo que incrementa cada vez más su aceptación en países de altos y medianos ingresos. Para países de bajos ingresos, se ha probado que la inspección visual con ácido acético es una alternativa efectiva para la citología convencional, especialmente observada en sitios en los que los programas de tamizaje no han sido organizados. Referente a la prevención primaria del cáncer cervical, investigaciones recientes sobre seguridad y eficacia de la vacuna profiláctica contra el virus del papiloma humano han mostrado resultados muy prometedores con una eficacia cercana a 100% en prevención de infecciones persistentes y desarrollo de lesiones precursoras de este cáncer. Sin embargo, las políticas generadas son fuertemente cautelosas para evitar decisiones aplazadas, concernientes a la implantación del tamizaje del cáncer cervical bajo la expectativa de que la vacuna podría obviar la necesidad de estrategias de prevención secundaria.