Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (Jan 2009)
La clínica de las letras (1902).
Abstract
El clínico profesional acumulará, en su «observación», la cantidad máxima de síntomas, de hechos recogidos. Ninguno le parecerá superfluo, pues –aunque de valor desigual– todos pueden, en un momento dado, contribuir al diagnóstico. En caso necesario será pesado, pero será completo, y la cualidad segunda de su observación es la totalidad. El artista, por el contrario, que estima cada uno de los hechos observados no en función de un diagnóstico inútil, sino por su belleza plástica, su fuerza expresiva y la intensidad de emoción que de ellos pueda extraer, será menos receptivo. Hará una elección en ese cúmulo de documentos. Este «tiempo» especial de la observación artística y capital, es, a pesar de las apariencias, constante.