Revista Científica (Jun 2011)
Estructura de las explotaciones lecheras de la Pampa (Argentina)
Abstract
Con el objetivo de caracterizar la estructura de las explotaciones lecheras de la provincia de La Pampa, Argentina, se realizó en 2007 un muestreo aleatorio estratificado por departamento con asignación proporcional. Se realizaron entrevistas en 56 explotaciones y se analizaron 31 variables representativas de la estructura productiva de las explotaciones y del ordeño, dimensión e intensificación, manejo y estructura del rebaño, uso de la tierra, asesoramiento, sanidad y diversificación de la producción. Los resultados muestran que las explotaciones desarrollan un sistema de producción pastoril, basado en los recursos producidos en la propia explotación y suplementación adicional. La carga ganadera media alcanza las 0,93 UGM/ha y es común hacer reservas de forraje para su utilización en épocas de escasez (91%). La dimensión media de los rebaños es de 189 vacas y predominan los rebaños de menos de 400 vacas (93%). La superficie media es de 360 hectáreas y se destina el 80% a la actividad lechera, con baja variabilidad entre explotaciones. La especialización lechera es mayor en las explotaciones de dimensión intermedia (500 - 2.000 L/día), mientras que las de gran dimensión tienden a integrar agricultura con ganadería (66%). El volumen medio de producción se sitúa en 1.959 L/día, con predominio de las explotaciones entre 101 y 1.000 L/día, aunque muy variable entre explotaciones. La tasa de reposición media es del 19% y la proporción media de vacas en ordeño es del 67%. La eficiencia reproductiva es más adecuada a medida que se incrementa la dimensión de la explotación. El 82% de las explotaciones cuentan con asesoramiento externo y más del 95% controlan anualmente brucelosis y tuberculosis. El 96% de las explotaciones cuenta con mecanización del ordeño, piso de material e instalaciones para estabulación. El nivel tecnológico de las explotaciones es adecuado para las condiciones de producción y crece a medida que lo hace la dimensión. Predominan las explotaciones que han sobredimensionado la instalación de ordeño, mientras que la escala óptima es alcanzada sólo por el 5%.
