Revista Argentina de Microbiología (Mar 2011)
Descripción de un brote de intoxicación alimentaria estafilocócica ocurrido en Las Rosas, Provincia de Santa Fe, Argentina
Abstract
En febrero de 2008 se denunció en la localidad santafecina de Las Rosas un presunto brote de una enfermedad transmitida por alimentos. En los procedimientos oficiales no fue posible determinar la cantidad de personas afectadas luego de consumir canelones de verdura adquiridos en un local comercial. Se auditó el establecimiento elaborador y se tomaron muestras del citado producto, muestras ambientales e hisopados de los manipuladores de alimentos. Se entrevistó a los afectados y se recuperaron restos del alimento ingerido. Mediante análisis microbiológicos de rutina se determinó la presencia de S. aureus subespecie aureus coagulasa positivo en muestras del producto consumido, del producto crudo y de los manipuladores del alimento. Los microorganismos indicadores no mostraron niveles significativos y no se aisló otro patógeno de transmisión alimentaria. Se investigó la presencia de genes productores de enterotoxinas estafilocócicas, con resultado positivo para la enterotoxina B en las cepas aisladas de un manipulador y en el alimento vinculado con el brote. Al analizar los aislamientos por SmaI-PFGE se demostró un 100% de similitud entre ellos. La notificación oportuna, las acciones sanitarias coordinadas y la disponibilidad de las herramientas de laboratorio apropiadas permitieron identificar los factores de protección y de riesgo, y cortar la cadena de transmisión de la enfermedad.On February 2008, a suspected foodborne outbreak was reported in Las Rosas (Santa Fe Province, Argentina). The formal procedures indicated that an undetermined number of individuals had experienced food poisoning following consumption of vegetable cannelloni bought at a local shop. The manufacturer establishment was audited. Samples from the suspected food, as well as environmental samples and swabs from food handlers were obtained and involved subjects were interviewed. Remnants of ingested food were also obtained. Routine microbiological procedures of the foodborne outbreak revealed the presence of coagulase positive S. aureus subspecies aureus in samples from ingested and raw food, and from manipulators. Indicator microorganisms did not show significant levels and no other foodborne pathogen was isolated. Presence of staphylococcal enterotoxin-producing genes was subsequently investigated, and a positive result for enterotoxin B was shown in S. aureus strains isolated from a food handler as well as from food linked to the outbreak Moreover, these isolates showed 100% similarity by SmaI-PFGE. Timely notification together with coordinated sanitary measures and the availability of appropriate laboratory tools allowed to interrupt the chain of disease transmission by identifying risk and protective factors.