Revista Iberoamericana de Educación (Apr 2008)
Patrones didácticos y pedagógicos para consolidar la educación
Abstract
La educación en México durante mucho tiempo ha sido sólo una práctica rutinaria que se ejecuta en el aula escolar que en ocasiones representa pérdida de tiempo y objetivos, donde los protagonistas actúan en virtud de sus necesidades; el docente por completar una jornada de trabajo y el alumno por cumplir y lograr una calificación. Las aulas escolares han dejado de ser el campo de cosecha de conocimientos, de aprendizajes significativos, de interacción, análisis, crítica, observación, trabajo en equipo, creatividad e innovación respecto a la estructuración y aplicación correcta del lenguaje, de la identificación mediante fórmulas matemáticas de medidas, formas, de construcción de la identidad individual enraizada en la ética y valores humanos, de manipulación e integración de los distintos componentes que edifican nuestro sistema ambiental, por convertirse en aulas que escenifican batallas actitudinales de alumnos que expresan apatía, distracción, irresponsabilidad, estrés, rebeldía, extrema pasividad, detonantes de barreras que impiden el preñamiento cognitivo de los distintos contenidos temáticos escolares que propicien crecimiento intelectual por una parte y por la otra, la actitud docente poco relevante expresa en disertación poco aterrizada, confusa, inadaptada, maltrato psicológico con calificativos que trauman al alumno, inconformidad laboral, en fin; pobre en la constitución del conocimiento.