Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (Jan 1999)
Demanda e institución en "El malestar en la cultura".
Abstract
El verano de 1929, en una de sus cartas a Lou Andreas-Salomé, Freud se refiere a su última obra como un trabajo superfluo en el que ha descubierto unas cuantas verdades un tanto triviales. Con este juicio sobre su texto parece como si Freud hubiera querido alisar el terreno ante la reactivación de una polémica en el mundo del psicoanálisis en torno al concepto de pulsión de muerte. Hipótesis con la que sabe que se queda solo. El título mismo de la obra quiso suavizarlo, y el término inicial de infelicidad fue sustituido por el término, menos rotundo, de malestar.