Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana (Jun 2020)

Aplicación de la Microcirugía en el tratamiento del paciente quemado eléctrico

  • Jordi Serracanta Domènech,
  • José Manuel Collado Delfa,
  • Jorge Aguilera Saez,
  • Alejandra Monte Soldado,
  • Danillo A Rivas Nicolls

DOI
https://doi.org/10.4321/s0376-78922020000200019
Journal volume & issue
Vol. 46, no. suppl 1
pp. 121 – 132

Abstract

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Resumen Introducción y objetivo La Microcirugía como técnica dentro de la Cirugía Plástica no puede faltar en cualquier unidad de quemados para garantizar el tratamiento completo de sus pacientes. Sobre todo en los quemados eléctricos que presentan lesiones muy graves con exposición de tejidos nobles en los que es la primera opción reconstructiva. El objetivo de este artículo es mostrar la experiencia de la Unidad de Quemados del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, España, en los últimos 10 años en el uso de la Microcirugía en el paciente quemado agudo de etiología eléctrica. Material y método Revisión retrospectiva de 19 colgajos realizados entre enero de 2010 y agosto de 2019 en 15 pacientes con quemaduras eléctricas, recogiendo datos de sexo, edad, localización del defecto, superficie corporal quemada (SCQ), colgajo empleado, días hasta la cobertura, tipo de anastomosis arterial, número de venas usadas, supervivencia de los colgajos y complicaciones. Resultados Destaca que los 15 pacientes fueron varones, con edad media de 36.5 años; SCQ media del 19.5%; el colgajo más usado fue el ántero-lateral de muslo con 9 casos (47.37%), seguido por el de dorsal ancho con 4 casos (21.05%), el colgajo inguinal y el de músculo recto femoral con 2 casos cada uno (10.53% en cada caso) y el de perforante tóraco-dorsal y de fascia temporal superficial con 1 caso cada uno (5.26% en cada caso). La localización más frecuente fue en extremidades inferiores con 12 casos (63.16%), seguida por las extremidades superiores con 5 casos (26.31%) y la cabeza con 2 casos (10.53%). La cirugía de cobertura con el colgajo libre se realizó de media a los 24 días. La anastomosis arterial fue término-terminal en 15 casos (79%). La anastomosis venosa fue término-terminal siempre, anastomosando 2 venas en 5 casos (26.31%) y solo 1 en el resto (73.69%). Dos colgajos fracasaron por congestión venosa (10.53%) y 2 colgajos se complicaron por infección (10.53%). Conclusiones La reconstrucción de defectos complejos tras quemadura eléctrica es un reto por el escaso número de casos que se presentan y por la propia idiosincrasia de la injuria eléctrica y del paciente quemado. El desbridamiento correcto, la selección del vaso receptor y decidir el momento óptimo para la reconstrucción son los puntos más importantes a tener en cuenta. Por estos motivos consideramos que esta patología debe ser abordada en unidades de quemados multidisciplinares con personal altamente entrenado.

Keywords