Pensamiento y Acción Interdisciplinaria (Jan 2024)
Editorial
Abstract
Cuando pensamos en comunidad, suele aparecer la idea de un grupo de personas que convive de manera más o menos permanente, comparte formas de vida y posee valores comunes. Así entendida, aunque la comunidad protege, da estabilidad y permite el consenso, no tiene la capacidad para producir nuevos modos de convivencia, nuevos valores o instituir lo social. Estas representaciones son herederas de la clásica oposición comunidad-sociedad, que se estableció con el surgimiento de la sociedad moderna, el gran invento teórico del siglo XIX (De Marinis, 2011).