Sinéctica (Jan 2016)
La participación de madres y padres de familia en la escuela: un divorcio de mutuo consentimiento
Abstract
Los dictados oficiales sobre la participación social en la educación han existidos desde el Acta de Educación de 1993. Desde entonces, los altos funcionarios de la educación pública en México han resaltado que la escuela y su comunidad son el corazón del sistema educativo. Sin embargo, la investigación de la participación social en las escuelas nos muestra que, igual que otros programas, sólo es una simulación para cumplir con los requisitos de los dictados oficiales. Es muy común atribuir esta falta de participación a que las madres y padres no tienen interés en participar ni tradición de hacerlo en ésta y otras esferas de la vida pública en México, o que simplemente son flojos. Nuestra investigación en el sur de Jalisco nos ha revelado que los maestros no están interesados en una participación de los padres, la cual ven como una intromisión “externa” a su quehacer en el aula, y que esta crucial frontera entre la sociedad civil y el Estado es un campo minado de motivaciones encontradas que terminan en un divorcio de conveniencia en el que cada parte acuerda dejar en paz a la otra; esto nulifica el potencial para mejorar la enseñanza-aprendizaje de los alumnos, que son los que pagan los platos rotos. En nuestro artículo las dos partes a que aludimos son los padres y maestros, por ser éstos quienes interactúan en forma personal con las madres y los padres en la escuela.