Nefrología (English Edition) (May 2023)
Peripheral arterial disease in hemodialysis patients 10 years later
Abstract
Background and objective: Patients with chronic kidney disease (CKD) on hemodialysis present high cardiovascular comorbidity. Peripheral arterial disease (PAD) is associated with higher mortality and the interest in its early detection and treatment is increasing. The objective of this study is to determine the frequency and severity of symptomatic PAD, and to establish its relationship with mortality in HD patients that have received treated early and compare them with a cohort of our center already reported. Material and methods: Retrospective study on a cohort of incident patients since 2014 and followed up until December 2019. Demographic data, cardiovascular risk, the presence of symptomatic PAD at baseline and during follow-up were collected. Trophic lesions were graded using the Rutherford scale. Results: Initially, there were 91 patients and 7 cases that were not included in the study were lost to follow-up. Age 64 ± 16 years, men 51.6% (47/91). The percentage of baseline PAD was 10.7% (9/84). During a median follow-up of 35 months (20−57), the diagnosis of PAD increased to 25% (21/84). Half of the patients with PAD 52.38% (11/21) obtained a score greater than 3 in the Rutherford Clinical Classification, which corresponds to severe disease. 13/21 patients required reoperation due to recurrence of symptoms (61.9% of cases with PAD).The development of PAD was significantly associated with: an elevated index of Charlson (3.9±2.1 vs. 7.7 ± 3.5; P = 0.001),being male (19 vs. 2; P = 0.001), diabetic (no: 7; yes: 15; P = 0.001) and with a history of chronic ischemic heart disease (no: 13; yes: 8; P = 0.001), 38.1% (8/21) had ischemic heart disease in patients who developed PAD, while in the absence of PAD the presence of ischemic heart disease was 9.5% (6/63). Furthermore, more than half (66.7% [14/21]) of those who developed PAD were diabetic.Univariate analysis showed that age, C reactive protein, albumin, and number of surgical interventions, but not PAD, were associated with mortality. In the multivariate analysis adjusted for other factors, only C reactive protein was related to overall survival Exp β: 2.17; P = 0.011; CI (1.19–3.97). Regarding cardiovascular mortality, in the multivariate Cox analysis, only PAD was related to mortality of cardiovascular origin Exp β: 1.73; P = 0.006; CI (1.17–2.56). Conclusions: A significant number of patients on hemodialysis develop PAD requiring peripheral vascular surgery. PAD was not associated with overall mortality in our cohort, but it did show an association with cardiovascular mortality. Prospective studies with a larger sample size are necessary. New surgical treatments and Follow-up by vascular surgeons could improve the severity of PAD and the long-term prognosis. Resumen: Antecedentes y objetivo: Los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) en hemodiálisis presentan gran comorbilidad cardiovascular. La enfermedad arterial periférica (EAP) se asocia a mayor mortalidad y ha incrementado el interés en su detección precoz y tratamiento. El objetivo del presente trabajo es determinar la frecuencia y gravedad de EAP sintomática, establecer su relación con la mortalidad en pacientes en HD que han sido tratados precozmente y compararlos con una cohorte de nuestro centro ya reportada. Material y metodos: Estudio retrospectivo sobre una cohorte de todos los pacientes incidentes desde 2014 y seguidos hasta diciembre de 2019. Se recogieron datos demográficos, riesgo cardiovascular, la presencia de EAP sintomática basal y durante el seguimiento. Con la escala Rutherford se graduaron los síntomas o lesiones tróficas. Resultados: Inicialmente eran 91 pacientes y se perdió seguimiento de 7 casos que no incluyeron en el estudio. Edad 64 ± 16 años, hombres 51,6% (47/91). El porcentaje de EAP basal fue del 10,7% (9/84). Durante una mediana de seguimiento de 35 meses (20–57), el diagnóstico de EAP aumentó al 25 % (21/84). La mitad de los enfermos con EAP 52,38% (11/21) obtuvo una puntuación mayor de 3 de la Clasificación clínica de Rutherford que corresponde con estadios severos. Requirieron reintervención por reaparición de los síntomas 13/21 pacientes (61.9% de los casos con EAP).El desarrollo de EAP se asoció de forma significativa con la presencia de un índice de Charlson elevado (3,9 ± 2,1 vs. 7,7 ± 3,5; p: 0,001), con ser varón (19 vs. 2; p = 0,001), diabético (no: 7; sí: 15; p = 0,001) y con el antecedente de cardiopatía isquémica crónica (no: 13; sí:8; p = 0,001), de forma que un 38,1% (8/21) presentó cardiopatía isquémica en los pacientes que desarrollaron EAP mientras que en ausencia de EAP la presencia de cardiopatía isquémica fue de un 9,5% (6/63). Además, más de la mitad (66,7% [14/21]) de los que desarrollaron EAP eran diabéticos.El análisis univariante mostró que la edad, la proteína C reactiva, la albúmina y el número de intervenciones quirúrgicas, pero no la EAP, se asociaban con la mortalidad. En el análisis multivariante ajustado por otros factores solo la proteína C reactiva, se relacionó con la supervivencia global Exp (β): 2,17; p = 0,011; IC (1,19–3,97). Con respecto a la mortalidad cardiovascular, en el análisis multivariante de Cox, solo la EAP se relacionó con la mortalidad de origen cardiovascular Exp (β): 1,73; p = 0,006; IC (1,17–2,56). Conclusiones: Un número significativo de paciente en hemodiálisis desarrollan EAP, requiriendo cirugía vascular periférica. La EAP no se asoció a mortalidad global en nuestra cohorte, pero mostró asociación con la mortalidad cardiovascular. Aunque son necesarios estudios prospectivos con mayor tamaño muestral, los nuevos tratamientos quirúrgicos y el seguimiento por los cirujanos vasculares podrían mejorar la gravedad de la EAP y el pronóstico a largo plazo.