Revista Cubana de Medicina General Integral (Oct 1998)
El control de la oftalmia neonatal gonocócica
Abstract
Se realiza un estudio descriptivo en 6 hospitales ginecoobstétricos de la Ciudad de La Habana y 2 de la Provincia La Habana en la primera quincena del mes de mayo de 1995. Se aplicaron técnicas rápidas de vigilancia en salud como: La entrevista semiestructurada, la observación no participativa y la revisión documental. Las principales conclusiones obtenidas fueron: Los médicos presentaron un nivel de conocimientos adecuado para evitar la transmisión de la enfermedad, no sucediendo así con las enfermeras, las que en su mayoría realizaron el trabajo de forma mecánica. En los hospitales visitados no existe control por parte de los departamentos de neonatología, epidemiología, microbiología y farmacia sobre la calidad de la profilaxis, indicada para evitar la oftalmía neonatal gonocócica. Se desconoce la verdadera prevalencia de la gonorrea en las embarazadas, no pudiéndose pronosticar el comportamiento de la oftalmía en los niños, ni proponer los cambios de la profilaxis, no se controla la presencia de cepas resistentes betalactamasasA descriptive study is conducted at 6 gynecoobstetric hospitals in Havana City and at 2 in the province of Havana during the first fortnight of May, 1995. Rapid techniques of health surveillance, such as the semistructured interview, the nonparticipative observation and the documental review were applied. The following important conclusions were reached: physicians have an adequate level of know-ledge to prevent the transmission of the disease, but nurses don’t. Most of them did their work mechanically. At the visited hospitals no control was observed in the departments of neonatology, epidemiology, microbiology and pharmacy on the quality of prophylaxis indicated to avoid gonococcal ophthalmia neonatorum. The real prevalence of gonorrhea among pregnant women is not known. The behavior of ophthalmia in children can not be prognosed, and changes of prophylaxis can not be proposed either. The presence of beta-lactamase-resistant strains is not under control