Revista Española de Salud Pública (Jan 2013)

COMENTARIOS DEL COMITÉ ESPAÑOL INTERDISCIPLINARIO DE PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR (CEIPC) A LAS GUÍAS EUROPEAS DE PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR 2012

  • Miguel Angel Royo-Bordonada,
  • José María Lobos Bejarano,
  • Fernando Villar Alvarez,
  • Susana Sans,
  • Antonio Pérez,
  • Juan Pedro-Botet,
  • Rosa María Moreno Carriles,
  • Antonio Maiques,
  • Ángel Lizcano,
  • Vicenta Lizarbe,
  • Antonio Gil Núñez,
  • Francisco Fornés Ubeda,
  • Roberto Elosua,
  • Ana de Santiago Nocito,
  • Carmen de Pablo Zarzosa,
  • Fernando de Álvaro Moreno,
  • Olga Cortés,
  • Alberto Cordero,
  • Miguel Camafort Babkowski,
  • Carlos Brotons Cuixart,
  • Pedro Armario,
  • Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC).

Journal volume & issue
Vol. 87, no. 2
pp. 103 – 120

Abstract

Read online

Las guías europeas de prevención cardiovascular contemplan dos sistemas de evaluación de la evidencia (SEC y GRADE) y recomiendancombinar las estrategias poblacional y de alto riesgo, interviniendo en todas las etapas de la vida, con la dieta como piedra angular de la prevención.La valoración del RCV incorpora los niveles de HDL y los factores psicosociales, una categoría de muy alto riesgo y el concepto edad-riesgo. Se recomienda el uso de métodos cognitivo-conductuales (entrevista motivadora, intervenciones psicológicas), aplicados por profesionales sanitarios, con la participación de familiares de los pacientes, para contrarrestar el estrés psicosocial y reducir el RCV mediante dietas saludables, entrenamiento físico, abandono del tabaco y cumplimiento terapéutico. También se requieren medidas de salud pública, como la prohibición de fumar en lugares públicos o eliminar los ácidos grasos trans de la cadena alimentaria. Otras novedades consisten en desestimar el tratamiento antiagregante en prevención primaria y la recomendación de mantener la PA dentro del rango 130-139/80-85 mmHg en pacientes diabéticos o con RCV alto. Se destaca el bajo cumplimiento terapéutico observado, porque influye en el pronóstico de los pacientes y en los costes sanitarios. Para mejorar la prevención cardiovascular se precisa una verdadera alianza entre políticos, administraciones, asociaciones científicas y profesionales de la salud, fundaciones de salud, asociaciones de consumidores, pacientes y sus familias, que impulse las estrategias poblacional e individual, mediante el uso de toda la evidencia científica disponible, desde ensayos clínicos hasta estudios observacionales y modelos matemáticos para evaluar intervenciones a nivel poblacional, incluyendo análisis de coste-efectividad.