Salud Pública de México (Dec 2001)

Bioterrorismo: apuntes para una agenda de lo inesperado Preparedness against bioterrorist attacks in Mexico

  • Samuel Ponce de León-Rosales,
  • Eduardo Lazcano-Ponce,
  • Manuel Sigfrido Rangel-Frausto,
  • Luis Antonio Sosa-Lozano,
  • Martha Asunción Huerta-Jiménez

Journal volume & issue
Vol. 43, no. 6
pp. 589 – 603

Abstract

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La vulnerabilidad de las poblaciones humanas a terrorismo químico, biológico, radiológico y nuclear ha sido ampliamente discutida pero insuficientemente analizada. Las políticas de salud pública carecen de información sólida y relevante para diseñar programas costo-efectivos para prevenir o mitigar este tipo de incidentes en el futuro. Los gobiernos tienen insuficiencia presupuestal para hacer frente a este tipo de ataques. Por lo anterior, en países en desarrollo, como México, es conveniente reflexionar sobre las acciones preventivas particulares, los agentes potenciales y la prevención de la transmisión. Propuestas. La respuesta internacional ante un ataque biológico debe basarse en acuerdos internacionales que prohiben el uso de agentes biológicos con fines de guerra o defensa; así como intercambio académico y tecnológico para la prevención de ataques bioterroristas. Las recomendaciones, a escala nacional, ante un ataque biológico son: a) una estrategia legal de defensa contra bioterrorismo; b) educación, como clave para defensa contra bioterrorismo; c) creación de un programa nacional de coordinación interinstitucional antibioterrorista, que incluya asistencia de urgencias médicas y la obtención de evidencia médica forense; d) instalación de un sistema de vigilancia epidemiológica ante el uso de armas biológicas; e) instauración de un laboratorio de análisis de material biológico asociado con incidentes terroristas; f) preparación de campañas públicas de información; g) garantía de abasto de material diagnóstico, protección especial y tratamiento de urgencias ante ataques biológicos; h) descentralización de sistemas de alerta para detección oportuna de terrorismo biológico; i) respuesta a acciones bioterroristas dirigidas contra animales y plantas, y j) creación de Comités de Etica ante situaciones de urgencia por un ataque biológico. Conclusiones. El cambiante panorama epidemiológico requiere de una infraestructura suficiente para establecer diagnósticos de enfermedades emergentes o insólitas como sería el caso de una agresión bioterrorista. La tecnología permite ahora identificar, en pocas horas, a múltiples agentes infecciosos por análisis de ácidos nucleicos y debería ser accesible en laboratorios de referencia. Todas las acciones requieren de presupuestos suficientes para enfrentar esta posible eventualidad. La situación es potencialmente de extrema gravedad y así deberá considerarse al cuantificar la inversión. El texto completo en inglés de este artículo está disponible en: http://www.insp.mx/salud/index.html The vulnerability of human populations to chemical, biological, radiological, and nuclear terrorism has been widely discussed but insufficiently studied. Current public health policies are not guided by solid and relevant information to design cost-effective programs for preventing or controlling this kind of incidents in the future. Governmental budgets are insufficient to respond to bioterrorist attacks. To face these threats, developing countries like Mexico should frame strategies and devise specific preventive actions that consider the transmission dynamics of potential infectious agents likely to be used in a bioterrorist attack. Proposals. The international reaction to a biological attack must be supported by international agreements that ban the use of biological agents for warfare and/or defense purposes, as well as on academic and technological exchange for the prevention of bioterrorist attacks. At the national level, the recommendations in the event of a biological attack are: a) establishing a legal defense strategy against bioterrorism; b) implementing education programs as a key strategy for defense against bioterrorism; c) devising a national program of interinstitutional antibioterrorist coordination that includes medical emergency assistance and collection of medical forensic evidence; d) including a biological weapon registry in epidemiological surveillance systems; e) implementing a laboratory for biological material analysis related to terrorist incidents; f) devising public health information campaigns, g) assuring the supply of diagnostic testing, special protection, and emergency treatment materials; h) decentralizing alert systems for the timely detection of bioterrorist attacks; i) responding to bioterrorist actions addressed against animals and plants, and j) organizing Ethics Committees in case of urgent events derived from a biological attack. Conclusions. The proper response to sudden and unexpected events of emergent or unusual infectious diseases involved in a bioterrorist attack requires an adequate public health infrastructure. Modern technology allows the timely identification of multiple infectious agents by nucleic acid analyses and should be widely available in reference laboratories. All these measures require sufficient funding to respond to this potential threat. Resource allocation to respond to bioterrorist attacks must be consonant with their potential public health consequences. The English version of this paper is available at: http://www.insp.mx/salud/index.html

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