Ad Limina (Jul 2010)

Montañas y peregrinos en los Caminos de Santiago

  • Marco Piccat

DOI
https://doi.org/10.61890/adlimina/1.2010/04
Journal volume & issue
Vol. 1
pp. 111 – 127

Abstract

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La montaña fue para todo el Medievo un elemento natural del paisaje con el que los hombres tenían que contar forzosamente. Por esta razón entró a formar parte del patrimonio de las emociones que muchos narradores, sobre todo viajeros-peregrinos, quisieron expresar en diversas lenguas. Un ejemplo excelente de los problemas relativos al ascenso o paso de las montañas de los diversos países señalados y de sus múltiples representaciones mentales se contiene en los textos que se integran en la rica tradición odepórica de los viajes a Santiago de Compostela. Aquí las referencias culturales son continuas e insistentes: algunas veces, la idea de la montaña evoca cultos y tradiciones de la civilización antigua; otras, los peligros concretos que supone atravesarlas, sobre todo durante los meses invernales, representan una señal viva de las presencias diabólicas y, por último, otras veces se convierten en “notas de actualidad” de un momento histórico en el que los infelices, como lobos a la caza de presas, buscaban, en las montañas, la posibilidad de huir de su triste destino. Aun así, en la peregrinación a Santiago existían montañas especiales, lugares puros donde lo sagrado resplandece: algunas en localidades próximas al punto de partida; otra, importante, en la entrada a las tierras de España, pero la más grande, la del “gozo”, se elevaba a las puertas de la ciudad de Santiago. Estas notas quieren ser una breve invitación a recorrer, aunque sólo sea virtualmente, el encuentro con esas montañas y su ascensión.

Keywords