Tecnología y ciencias del agua (May 2014)
Efectos del huracán Wilma al acuífero de la península de Yucatán, México
Abstract
Los cambios ambientales y climáticos en el mundo han incrementado el número de huracanes, como Gilberto en 1988, Opal y Roxana en 1995, Isidore en 2002, y Emily y Wilma en 2005. Estos fenómenos naturales han causado inundaciones, interrupción del servicio eléctrico, pérdida de cosechas, y daños en la infraestructura habitacional y carretera en el estado de Yucatán, México. En octubre de 2005, el huracán Wilma pasó por Yucatán con una precipitación de 314.3 mm, ocasionando que las cargas hidráulicas del acuífero ascendieran 1.5 m y la interfase salina fuera desplazada hacia abajo unos 9 m en los pozos (1B y 2C), regresando en enero a su posición anterior debido a la heterogeneidad del subsuelo cárstico. La dirección del flujo subterráneo fue de sureste a noroeste y no cambió por el huracán Wilma. Se presentó el efecto de dilución de los contaminantes existentes antes del huracán en la mayoría de los pozos, excepto el 2A, en el cual se incrementaron los nitratos debido a la materia orgánica acumulada por las inundaciones de la zona. En general, los huracanes en Yucatán resultan benéficos para el acuífero debido a la recarga de agua que diluye la contaminación existente, aunque no para la población, por los daños en las infraestructuras.